http://kristenfrihet.se/engkish/furulirev4.htm
Traducido por David García Claussell
El capítulo 4 consiste de dos partes. La primera parte, las Págs. 66-75, la llamaré la parte A, aquí Furuli repasa algunas de las antiguas fuentes secundarias y terciarias que contienen información sobre los reyes neobabilónicos y sus reinados. En la segunda parte, Págs. 75-92, la cual llamaré la parte B, él discute sobre seis pasajes bíblicos que mencionan un período de 70 años, reclamando que todos ellos se refieren a un mismo período —a saber, un período de desolación completa de Judá y Jerusalén durante el destierro judío en Babilonia. Esto se acomoda con el punto de vista de la Sociedad Watchtower.
La presentación de Furuli de las fuentes secundarias y terciarias para la cronología neobabilónica parece estar basada principalmente en las encuestas por R. P. Dougherty en el Nabonidus and Belshazzar {“Nabónido y Belsasar”} (New Haven: Yale University Press, 1929, Págs. 7-10) y Ronald. H. Sack en el Neriglissar—King of Babylon [“Neriglisar —Rey de Babilonia”] (Neukirchen–Vluyn: Neukirchener Verlag, 1994, Págs. 1-22). La mayoría de los antiguos autores que menciona Furuli vivieron cientos de años después de la era neobabilónica, y sus escritos, que sólo son preservaciones de reproducciones muy resientes, frecuentemente prestan distorsionados los nombres reales y a los años de reinado. Por consiguiente, la mayoría de estas fuentes, son inservibles para propósitos cronológicos. (Vea GTR4 [”Los Tiempos de los Gentiles Reconsiderados” 4ª edición en inglés”], Cáp. 3, A). Esto puede verse en la tabla de Furuli en la página 74, en la cual él lista la cronología concordante para la era neobabilónica dada por Beroso (3er siglo AEC) y el Canon Real de Tolomeo, junto con las figuras conflictivas de Polistor (1er siglo AEC), Josefo (1er siglo EC), el Talmud (5to siglo EC), Sincelo (c. 800 EC), y, extrañamente, da una lista totalmente corrupta de reyes del 1498 EC. El poner tales fuentes así de distorsionadas en la misma tabla con Beroso y Canon de Tolomeo —que son dos de las cronológicas más fiables para la era neobabilónica al lado de los documentos cuneiformes— sugiere que estas fuentes son igualmente de inestables y no deben confiarse en ellas. El que este sea su propósito con su tabla es obvio por los comentarios de Furuli sobre las figuras conflictivas:
"El esparcir de números en la tabla muestra que diferentes cronologías respecto a los reyes de la Nueva Babilonia existió desde los tiempos antiguos,” y “que había muchas tradiciones diferentes que describen la cronología de la Nueva Babilonia.” (Págs. 74, 75; énfasis agregado)
Pero esto realmente no es lo que muestra la tabla de Furuli. Más bien, demuestra hasta qué punto las figuras pueden cambiarse a través del tiempo y pueden torcerse al citarse y copiarse una y otra vez por diferentes autores y copistas por un período de casi más de 2000 años.
Furuli empieza declarando que "el modelo moderno de la Nueva Babilonia y la cronología Persa no se construyó basándose en fuentes babilónicas, sino basándose en fuentes secundarias o terciarias de otros lugares." (Pág. 66) Pero esta declaración es una distorsión ya que sugiere que la nueva fundación de la cronología es igual que la antigua. Furuli debió haber agregado que, en la última mitad del siglo 19, miles de documentos cuneiformes babilónicos encontrados en Mesopotamia que se hicieron disponibles para los eruditos les permitió que construyeran una nueva fundación para la cronología neobabilónica directamente de las fuentes primarias. Furuli ha cometido la falacia conocida como "evidencia suprimida” puesto que su argumento no considera los hechos que son pertinentes.
La cronología neobabilónica de Beroso, dice Sack, “corresponde más estrechamente a esa de los documentos cuneiformes”. (Sack, obra citada, Pág. 7) Furuli cita esta declaración en la página 67, pero en la próxima página, él menciona algunos de los materiales mitológicos y errores en la discusión de Beroso de los períodos babilónicos más antiguos. El propósito obvio de esto es que se cuestionen las declaraciones de Beroso sobre la cronología neobabilónica. Esto es una forma de argumento llamado ad hominem conocido por "envenenar lo saludable”, en la cual si alguien presenta una información que sea desfavorable (verdadera o falsa) sobre un oponente uno puede sugerir que cualquier cosa que él diga probablemente es falsa. En otras palabras, es un esfuerzo para crear un prejuicio en la audiencia.
La única diferencia entre las escrituras de Beroso y las fuentes contemporáneas cuneiformes neobabilónicas es que Beroso le asigna a Labashi-Marduk un reinado de nueve meses en lugar de dos o tres. Refiriéndose a esta diferencia, Furuli cita la declaración de Sack que, “es poco probable (en vista de su exactitud global) que Beroso podría estar incorrecto en sus cifras para el reino de este último monarca." Sack no pretende decir que las cifras de Beroso de nueve meses están correctas, sino que, en vista la exactitud global de Beroso, su cifra original para Labashi-Marduk debe de haber sido correcta. Él sostiene que la cifra nueve es muy probable que se trata de un error del escriba sucedido durante la transmisión manuscrita. Él está de acuerdo con la explicación de Parker y Dubberstein que la letra theta en griego (utilizada para el número 9) es muy probable que es un equivocación por lo que debió ser originalmente una letra beta (utilizada para el número 2). Estas dos letras son bastante similares y fácilmente podrían confundirse en los manuscritos antiguos escritos a mano. Sack declara:
“Esta posición parece un tanto más sensata ya que el texto más antiguo del reinado de Nabónido (25 de mayo del 556 A.C.) está claramente fechado casi un mes previo al documento posterior llevando el nombre de Labashi-Marduk (20 de junio de 556 A.C.)." (R. H. Saco, obra citada, 1994, Pág. 7)
Furuli falla al no informar al lector las clarificaciones de Sack.
En un esfuerzo adicional para intentar minar la confianza en la información de Beroso sobre los reinados neobabilónicos, Furuli cita al traductor inglés de Beroso Stanley Mayer Burstein, quien señala que “La Babyloniaca contiene un número de errores sobre hechos simples de los cuales, ciertamente, el más flagrante es la declaración de que Nabopolasar gobernó Egipto." (Pág. 67) ¿Pero éste error realmente es uno flagrante? Beroso no dice que Nabopolasar conquistó a Egipto después de la derrota de Necao en Harrán; en cambio, él describe al Faraón como un sátrapa rebelde “quien había sido puesto en Egipto, Celesiria, y Fenicia." ¿Puesto [o se puso, tetagménos] cómo?
Asiría controlaba a Egipto en el 7º siglo AEC, y Asurbanipal instaló a Psamético I (664-610 AEC) en Menfis como gobernante vasallo. Bajo el largo reinado de Psamético, Egipto gradualmente ganó la independencia y finalmente se tornó en un aliado de Asiría contra Babilonia. Después que los babilonios finalmente aplastaron el imperio Asirio en el 609 AEC (a pesar de la ayuda de Egipto), los babilonios consideraron los anteriores territorios de los asirios como su herencia, aunque algunos territorios inmediatamente empezaron a luchar por su independencia. Del punto de vista babilónico, entonces, al derrotado Faraón Necao se le consideraría como un sátrapa rebelde porque, al retirarse de Harrán en el 609 AEC, Necao se apropió del área de Hattu (Siria y Palestina) en el oeste. El historiador judío Dr. Menahem Stern ofrece los siguientes comentarios sobre la declaración de Beroso:
"Desde el punto de vista de aquellos quienes consideraron el imperio neobabilónico como una continuación del asirio, la conquista de Celesiria y Fenicia por el gobernante egipcio podría interpretarse como la violación del territorio babilónico.” (M. Stern, Greek and Latin Authors on Jews and Judaism, Vol. I, Jerusalén: Jerusalem Academic Press, 1974, Pág. 59)
La discusión de Furuli relativo la información de Flavio Josefo referente la cronología neobabilónica no es fiable porque está parcialmente basada en un texto obsoleto de las obras de Josefo. Él empieza citando unas cifras distorsionadas de Josefo para los reinados neobabilónicos que están en Antigüedades X,xi,1-2:
" Nabopolasar 29 años, Nabucodonosor 43 años, Amel-Marduk 18 años, Neriglisar 40 años." (Pág. 69)
Furuli consiguió estas cifras de la anticuada traducción de William Whiston en el 1737, que estaba basada en un texto al que ya no se acepta como un buen testigo textual. Si él hubiese consultado una traducción moderna del Antigüedades por Josefo, él hubiese descubierto que a Nabopolasar, por lo menos, se le dan correctamente 21 —y no 29— años. (Vea, por ejemplo, a la traducción de Ralph Marcus en la biblioteca clásica Loeb Classical Library.)
Furuli cree que Josefo menciona otra cifra errónea en otra parte. Todavía siguiendo la traducción obsoleta de Whiston, él declara en la nota marginal 90 en la página 69:
"En el Contra Apión, sección 17 [un error para lo que es I,19], a Nabopolasar se le atribuyen 29 años, pero ésta es una cita de Beroso. Josefo no menciona a Nabopolasar y la duración de su reinado en alguna otra parte.”
Esta declaración, también, está equivocada. El Contra Apión I,19, así como Antigüedades X,xi,1, le asigna a Nabopolasar 21 años, en armonía con todas las ediciones textuales modernas del Contra Apión.*
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* Excursión: Las mejores ediciones textuales de Josefo de Against Apion (Contra Apión) son aquéllas de Benedictus Niese en la Flavii Iosephi Ópera, Vol. V (Berlín: Weidmann, 1889), la de Samuel Adrianus Naber en la Flavii Iosephi Ópera Omnia, Vol. VI (Leipzig: B. G. Teubner, 1896), H. St. J. Thackeray en Josephus (= Vol. 38:1 en el Classical Library, en Londres,: William Heinemann, y New York: G. P. Putnamn's Sons, 1926), y la de Théodore Reinach & Léon Blum, Flavius Josèphe Contre Apion (París: Société d'Èdition "Les Belles Lettres," 1930). La traducción de William Whiston es basada en manuscritos que regresan atrás al siglo 12 preservados en Florenz, el códice Codex Laurentianus plut. lxix 22, usualmente llamado L. Aunque éste es el manuscrito en griego en conserva más antiguo del Against Apion, y es el mejor testigo textual de Josefo de las citas de Beroso en I,19 que son las citas de Eusebio del Contra Apión de Josefo en su Preparación para el Evangelio, Libro IX, Capítulo XL, y también en la versión Armenia de su Crónica, 24,29 y 25,5. Ambas obras le dan 21 años a Nabopolasar. Esta cifra se apoya todavía más por la traducción latina (“Lat".) del Contra Apión hecha en el 6º siglo. (C. Boysen, Flavii Iosephi Opera ex Versione Latina Antiqua VI:II [= Vol. XXXVII in the Vienna Corpus Scriptorum Ecclesiasticorum Latinorum], 1898, Pág. 30. También vea los comentarios sobre el testigo textual por Alfred von Gutschmid en su "Vorlesungen über Josephus' Bücher", publicado en el Kleine Schriften [ed. by Franz Rühl], Band 4, Leipzig, 1893, Págs. 500, 501). Las Antigüedades X,xi,1 de Josefo claramente le da un reinado de 21 años a Nabopolasar. La cifra de 29 dada en el códice Codex Laurentianus (L) del siglo 12 (en la que todos los manuscritos posteriores están basado) es, por consiguiente, demostrablemente una distorsión tardía que fue corregida en todas las ediciones textuales modernas de Against Apion and Antiquities [“Contra Apión y Antigüedades”]. (También vea los comentarios por Thackeray, en la obra citada, Págs. xviii, xix.)
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Al final de la página 69, Furuli cita dos secciones que están muy separadas entre si en el Contra Apión. La primera se toma del Contra Apión I,19 (§§ 131,132), en donde a Josefo se le refiere que dice, según Beroso,
"[Nabopolasar] envió su hijo Nabucodonosor con un gran ejército a Egipto y a nuestro pueblo, al escuchar que este pueblo se había revelado, y cómo él los derrotó a todos, quemando el templo en Jerusalén, desalojó y transportó a todo nuestro pueblo a Babilonia, con el resultado que la ciudad quedó desolada durante setenta años hasta el tiempo de Ciro, rey de Persa."
La cosa sorprendente sobre esta declaración es que ubica el incendiar del templo durante el reinado de Nabopolasar. Cuando realmente esto tuvo lugar 18 años después en el año 18 de su hijo y sucesor Nabucodonosor. El resultado es que Josefo, quien aquí considera los 70 años como un período de desolación, comienza el período en el último año de Nabopolasar (es decir, en el 605 AEC). Furuli está citando de la traducción de Thackeray en el Loeb Classical Library y, en una nota marginal al fondo de la página, cita a Thackeray: "El incendiado del templo, no es mencionado en el extracto que sigue, probablemente se interpola por Josefo, y erróneamente puso el reino de Nabopolasar." Claramente, la aplicación de Josefo de los 70 años en este pasaje está basado en una seria distorsión de sus fuentes. Él parece haber confundido los eventos acerca de Jerusalén en el último año del reinado de Nabopolasar con los eventos del año 18 del reinado de Nabucodonosor.
La próxima cita de Furuli, la que él pone directamente después de la primera, es tomada del Contra Apión I,21 (§ 154), y comienza:
"Estas declaraciones son ambas correctas y en armonía con nuestros libros."
Esto podría darle al lector la impresión que Josefo todavía está hablando del estado de desolación en Jerusalén de 70 años de extenso, en la cita aquí que antepone Furuli. Pero, como se ha declarado anteriormente, las citas son de dos secciones que están bien separadas. Josefo está refiriéndose a su larga cita de Beroso en la sección que inmediatamente precede (I,20, §§ 146-153), en que Beroso da la longitud del reinado de todos los reyes neobabilónicos desde Nabucodonosor hasta Nabónido: Nabucodonosor 43 años, Awel-Marduk 2 años, Neriglisar 4 años, Labashi-Marduk 9 meses, y Nabónido 17 años. Es a ésta cronología que Josefo se refiere cuando él inmediatamente continúa y dice que: "Estas declaraciones son ambas correctas y en armonía con nuestros libros." (Contra Apión I,21, § 154) Entonces él explica por qué es correcta:
"Puesto que en las últimas [las Escrituras] se registra que Nabucodonosor en el decimoctavo año de su reinado devastó nuestro templo, que durante cincuenta años dejó de existir, que en el segundo año del reinado de Ciro se colocaron los cimientos, y por último que en el segundo año del reinado de Darío se completó."
De acuerdo con las cifras de Beroso, hubo cerca de 49 años desde el año 18 de Nabucodonosor hasta el final del reinado de Nabónido. Puesto que el cimiento del templo se puso en el 2º año de Ciro (Esdras 3:8), la declaración de Josefo que el templo había estado desolado durante "cincuenta años" está en armonía con la cronología de Beroso. (Para ver la evidencia textual que apoya la cifra de 50 en el Contra Apión, vea el libro The Gentile Times Reconsidered, 4th ed. [”Los Tiempos de los Gentiles Reconsiderados” 4ª edición en inglés”], Cáp. 7, A-3, nota marginal 30.)
Es obvio que Josefo, en sus obras, repetidamente presenta declaraciones confusas y erróneas sobre los reinados neobabilónicos y explicaciones contradictorias del período de la desolación de Jerusalén. Sólo en su última discusión, en la cual él cita las cifras de Beroso, es donde sus declaraciones se muestran estar tanteadamente de acuerdo con las fuentes fiables históricas.
¿Cuán importantes son los escritos de Claudio Tolomeo (2º siglo EC) para la cronología establecida para la era neobabilónica? Furuli les asigna un papel decisivo:
"Una de las fuentes más importantes para la presente cronología de la Nueva Babilonia es Claudio Tolomeo (2º siglo E.C.). Como un autor lo expresó: 'Los datos del Almagesto proveen la espina dorsal para toda la cronología moderna de la antigüedad’." (Pág. 70)
El autor citado es el Profesor Otto Neugebauer, quien hasta su muerte en 1990 era la autoridad principal en las tablillas cuneiformes astronómicas. ¿Qué él quiso decir? ¿Él quiso decir que las antiguas observaciones astronómicas que Claudio Tolomeo presentó en el Almagesto todavía son las principales ó quizá inclusive la única base para la cronología absoluta que los eruditos han establecido para los períodos neobabilónicos y persas? Como se demostrará debajo, definitivamente no.
Los temas recurrentes en el libro de Furuli son (1) que la cronología neobabilónica y Persa están construidas sobre los escritos de Claudio Tolomeo, (2) que Claudio Tolomeo era un fraude quien falsificó las observaciones antiguas que él usó, y (3) que, por consiguiente, la cronología establecida para esos períodos antiguos es falsa. Ya en la página 13, Furuli había reclamado:
"La perspectiva moderna de la cronología del mundo antiguo se construye sobre los escritos de Claudio Tolomeo. Hacen veinticinco años atrás el geofísico R. R. Newton argumentó que Tolomeo era un fraude ya que él reclamó que hizo las observaciones cuando en cambio él hizo los cálculos al revés en el tiempo."
Pero la tesis de Furuli es un sofisma de su imaginación, un argumento sin sustancia. Ningún erudito bien informado hoy en día sostiene que los escritos de Claudio Tolomeo son al presente la base de la cronología establecida para el Antiguo Cercano Oriente. Es cierto que, Parker y Dubberstein declararon hace más de medio siglo atrás que ellos habían usado el Canon Tolemaico y algunas otras fuentes clásicas como base general para su cronología babilónica. No obstante procedieron a explicar que ellos lo verificaron, lo confirmaron, y mejoraron esta cronología utilizando textos cuneiformes babilónicos tales como las crónicas, listas de reyes, textos económicos, y tablillas astronómicas. (PD, 1956, Pág. 10)
Además, Claudio Tolomeo originalmente no creó el Canon Tolemaico— él meramente reprodujo una lista existente de reyes. Como el Profesor Neugebauer (el autor citado por Furuli) una vez señaló, el nombre común de la lista de reyes, el “Canon de Tolomeo”, es un nombre equivocado. Esto ya se sabe desde hace mucho tiempo. F. X. Kugler y Eduard Meyer, por ejemplo, señalaron ya hace mucho tiempo que la lista había estado en uso durante siglos antes de Tolomeo. (Para detalles adicionales y documentación sobre esto, vea el libro The Gentile Times Reconsidered, 4th ed. [”Los Tiempos de los Gentiles Reconsiderados” 4ª edición en inglés”], Cáp. 3, A-2.)
Extrañamente, pero aparentemente de forma ignorante, Furuli acepta esto, en una contradicción a sus argumentos los que son un sofisma de su imaginación. En la Introducción, él anota que el esquema Tolemaico “encaja perfectamente con el esquema teórico del eclipse de los ciclos Saros y los meses intercalados (Págs. 13, 14), es decir, la cronología de las tablillas cuneiformes para la era Seléucida (312-64 AEC) que lista la fecha de los intervalos de los 18 años para los períodos más antiguos. En una discusión posterior de un grupo de tales textos Saros, Furuli señala (Pág. 97) que el grupo de tablillas a la que él se refiere dan una inquebrantable serie de fechas a los intervalos de 18 años desde el año 31 de Darío I (491 AEC) hasta la era Seléucida. Él nota que la cronología de estas tablillas, si son correctas, derrocarían su Cronología de Oslo (con su corregencia de Darío/ Jerjes y su 51años de reinado de Artajerjes I). La cronología de los textos de los 18 años, Furuli admite, es la misma que la del Canon de Tolomeo:
"Está bastante claro que Tolomeo no se inventó su cronología de reyes, sino que él la construyó de una cronología ya aceptada. Esta cronología evidentemente fue una que los escribas de las tablillas Saros utilizaron." (Pág. 98):
Entonces, la pregunta es: Siendo que la cronología del Canon de Tolomeo para las eras neobabilónicas y persas existió cientos de años antes que Claudio Tolomeo, ¿cómo Furuli puede reclamar que: “La perspectiva moderna de la cronología del mundo antiguo se construye sobre los escritos de Claudio Tolomeo”? Esta declaración no es verdad hoy en día, y Furuli lo sabe. Obviamente, Tolomeo heredó su cronología de generaciones de eruditos antiguos, aunque él podría haberle agregado al actualizarla a su propio tiempo, como ya lo habían hecho los eruditos antes que él, y como otros continúan haciéndolo después de él. (vea libro The Gentile Times Reconsidered, 4th ed. [”Los Tiempos de los Gentiles Reconsiderados” 4ª edición en inglés”], Pág. 94, notan 12 con la referencia) Por supuesto, este hecho es un esfuerzo que Furuli hace para crear prejuicio en sus lectores contra el Canon de Tolomeo, algo que es impertinente a la cuestión de la cronología.
Cuando Furuli habla “sobre los escritos de Claudio Tolomeo” como la base de la cronología del mundo, él extraordinariamente revela una ignorancia notable en el contenido de estas escrituras. De la obra mayores y el mejor trabajo conocido de Tolomeo, por ejemplo, Furuli dice:
"su obra Almagesto (el Canon de Tolomeo) tiene tablas que muestran a los asirios, babilónicos, persas y reyes griegos junto con los años de sus reinados." (Pág. 70)
El Almagesto no contiene ninguna tal cosa. Extrañamente, Furuli parece creer que el Almagesto es idéntico al Canon de Tolomeo. En el Almagesto, una obra originalmente publicada en 13 volúmenes, Tolomeo resumió todo el conocimiento astronómico y matemático de su tiempo. Cómo Furuli puede confundir el Almagesto con el Canon de Tolomeo, una tabla cronológica que cubre más de una página (vea el libro The Gentile Times Reconsidered, 4th ed. [”Los Tiempos de los Gentiles Reconsiderados” 4ª edición en inglés”], Cáp. 3, A-2), es bien extraño.
Cierto, las fechas de eventos y observaciones antiguas encontradas en el Almagesto están de acuerdo con la cronología del Canon y, igual que el Canon, fecha los eventos desde el principio de la tal-llamada “Era de Nabonasar" (747 AEC). Pero el Almagesto nunca contuvo el Canon Tolemaico con sus tablas cronológicas. Esta lista del reyes fue incluida en otra obra por Claudio Tolomeo conocida como las Handy Tables (tablas accesibles).
Furuli discute extensamente (Págs. 70-73) la reclamación del Profesor Robert R. Newton que Claudio Tolomeo fue un fraude, concluyendo que esto es un problema porque "investigadores desde la edad media… han visto las declaraciones históricas y cronológicas de Tolomeo como la verdad y nada más que la verdad. Esta es la razón por qué las declaraciones de Tolomeo son la misma espina dorsal de la moderna cronología de la Nueva Babilonia.” (Pág. 73) Pero Furuli admite que la cronología del Canon de Tolomeo existió cientos de años antes de Tolomeo, ¿así qué, cómo las imputaciones contra Tolomeo pueden ser un problema? Si él era un fraude o no, eso no es pertinente para la evaluación de la fiabilidad del Canon Tolemaico, que también, y más correctamente, se llama el Canon Real. (vea el libro The Gentile Times Reconsidered, 4th ed. [”Los Tiempos de los Gentiles Reconsiderados” 4ª edición en inglés”], Cáp. 3, A-2, nota marginal 21.) Para una discusión sobre la naturaleza del “fraude” de Tolomeo, vea el estudio: ”EL PROFESOR ROBERT R. NEWTON EL "CANON DE TOLOMEO", Y "EL CRIMEN DE CLAUDIO TOLOMEO" publicado en este sitio de la red: http://user.tninet.se/~oof408u/fkf/spanish/snewtpol.htm
¿Y qué sobre la declaración de Neugebauer que “los datos del Almagesto proveen la espina dorsal para toda la cronología moderna de la antigüedad"? La respuesta es una cita que Furuli saca fuera de contexto. Aparece en la obra de Neugebauer, A History of Ancient Mathematical Astronomy, [“Una Historia de la Antigua Astronomía Matemática”], Parte Tres (Berlin/Heidelberg,/New York: Springer-Verlag, 1975, Pág. 1071), en una sección la cual Neugebauer describe como "The Foundations of Historical Chronology." ["El Fundamento de la Cronología Histórica”]. En esta sección, él utiliza la palabra "moderno" en el sentido más amplio (es decir, el período desde el descubrimiento de la astronomía moderna en el siglo 16). En la misma próxima frase, Neugebauer menciona los "eruditos modernos” que él dice usan las fechas de Tolomeo como base para su cronología: Copérnico (1473-1543), Scaliger (1540-1609), Kepler (1571-1630), y Newton (1643-1727).
Entonces, la declaración de Neugebauer, se refiere a la situación que ha prevalecido durante los últimos 400 años. No obstante él explica aún más allá que, muy recientemente, datos cronológicos firmemente establecidos de observaciones antiguas se han obtenido de "un gran caudal de observaciones de archivos congregados en Babilonia durante los últimos tres o cuatro siglos A.C." Estos datos les han permitido a los eruditos verificar el Canon y confirmar su fiabilidad. (Neugebauer, Págs. 1072, 1073)
Algunos años más temprano, en una revisión de A. J. Sachs (ed.), en el Late Babylonian Astronomical and Related Texts [“Antiguos Textos Babilónicos Astronómicos y Relacionados”] (LBAT) (1955), Neugebauer le dio énfasis a la importancia de los textos astronómicos babilónicos para la cronología de Mesopotamia. Sobre su valor para establecer la cronología de la era Seléucida, por ejemplo, él explicó:
"Siendo que los datos planetarios y lunares de tal variedad y abundancia definen la fecha de un texto con absoluta exactitud —las posiciones lunares con respecto a las estrellas fijas no permite siquiera 24 horas de incertidumbre la que por otra parte están envueltas las fechas lunares— nosotros tenemos aquí archivos de la historia Seléucida que son todavía más fiables que cualquier otra fuente de material histórico a nuestra disposición." (Orientalistische Literaturzeitung, Vol. 52, Berlín, 1957, Pág. 133)
Una confirmación similar de la cronología Tolemaica se ha establecido para los períodos más tempranos. El editor de la obra antedicha aquí, el Profesor Abraham J. Sachs quien era una autoridad principal en los textos astronómicos, también amigo íntimo y colega de Neugebauer, explica cómo las fuentes cuneiformes han proporcionado una confirmación independiente de lista de reyes de Tolomeo atrás a su mismo principio, estableciendo así la cronología absoluta para las eras babilónica, persas, y Seléucida. En la declaración citada debajo, Sachs habla de la lista de reyes de Tolomeo como la “lista real de Theon” puesto que tradicionalmente se ha sostenido que el matemático Theon (4º siglo EC) incluyó la lista de reyes en su revisión de las Handy Tables (tablas accesibles) de Tolomeo. Este punto de vista recientemente se ha cuestionado, de modo que la “lista real de Theon” pudiera ser un nombre equivocado como lo es el “Canon de Tolomeo”. (Cotéjese al Dr. Leo Depuydt en la publicación Journal of Cuneiform Studies, Vol. 47, 1995, Pág. 104) Aparte de este detalle, Sachs hace la siguiente comparación entre la lista de reyes y las fuentes cuneiformes:
"La cronología absoluta babilónica del primer grupo de reyes es fácil de establecer ya que, como se ha mencionado, Tolomeo cita el informe de un eclipse para el tiempo de rey Mardokempados. Más importante aun, esta cronología absoluta ha sido confirmada independientemente a través de textos cuneiformes de Babilonia que contienen observaciones astronómicas. Éstos enumeran más de 1000 segmentos de observaciones astronómicas diarias de posiciones y fases de la Luna, Mercurio, Venus, Marte, Júpiter y Saturno, empezando alrededor del 650 A.C. y continuando, los números en densos aumentos, entrando al primer siglo antes del comienzo de nuestra era. Gracias a estos diarios astronómicos, se han establecido numerosos solapados con la lista real en las Handy Tables (tablas accesibles), y siempre en acuerdo. En otros casos, las longitudes de los reinados de reyes individuales en la lista real de Theon pueden ser confirmado por el estudio cuidadoso de las fechas que se dan en los textos económicos y administrativos contemporáneos encontrados en Babilonia; esto es posible porque para las partes del período cubiertas por la lista real, nosotros tenemos tantos de estos textos que ellos promedian uno por cada pocos días. De esta manera – es decir, utilizando la lista real de Theon, los diarios astronómicos babilónicos, y las tablillas fechadas babilónicas —uno es capaz de lograr establecer con confianza la cronología absoluta atrás hasta mediados del octavo siglo A.C., es decir, desde el reinado del rey Nabonasar de Babilonia." (A. J. Sachs, "Absolute dating from Mesopotamian records," Philosophical Transactions of the Royal Society of London, Ser. A, Vol. 26, 1971,Pág. 20; énfasis agregado)
Como el Profesor Sachs señala en esta declaración, el Canon Real gradualmente se ha reemplazado en los tiempos recientes como la fundación de la cronología antigua por las muchas fuentes nativas de Babilonia, en particular por el gran número de documentos cuneiformes astronómicos, los cuales proporcionan y que “se han establecido numerosos solapados" con el Canon Real "y siempre en acuerdo", por ende reemplazándolos por éstos muchos puntos. El papel más temprano del Canon Real como el fundamento de la cronología antigua ha menguado a una fracción del período que cubre. En algunos puntos, todavía se necesita como un complemento confiable debido a su fiabilidad ya probada. Depuydt, un renombrado egiptólogo y especialista en la cronología antigua quien ha estado examinando la historia y fiabilidad del Canon Real durante mucho tiempo, aptamente describe el fundamento cambiante de la cronología de la antigüedad:
"Hasta donde la existente veracidad del Canon es probada como el fundamento de la cronología del primer milenio A.C.E., hasta ese punto el Canon también se convierte en superfluo como fundamento. Y aun más notablemente, hasta donde la extensión de su veracidad no es probada, para esas partes permanece fundamental la cronología del primer milenio A.C.E., (Leo Depuydt, "The Shifting Foundation of Ancient Chronology," forthcoming in Acts of European Association of Archaeologists, Meeting VIII)
Es un hecho notable que la lista de reyes de Tolomeo nunca se ha mostrado estar equivocada. Depuydt le da énfasis a esto en el mismo artículo anteriormente citado:
“¿Hay algún indicio de que el Canon sea falso? Por cuatro siglos hasta el presente, el Canon se ha pasado a través de innumerables contactos con innumerables fuentes individuales. Hasta donde llega mi conocimiento, nadie jamás ha encontrado ninguna razón seria alguna vez para sospechar que el Canon no sea verdadero. Por consiguiente, un tipo de sentido común sobre la veracidad del Canon ha crecido a través de los siglos. Este sentido común garantiza, en mi opinión, que el Canon permanecerá siendo fundamental para la cronología antigua.”
En la página 92, Furuli da un resumen de las fuentes secundarias y terciarias que él ha presentado:
"En oposición a la Biblia, Beroso, Polistor, Tolomeo y Sincelo II dan un espacio sólo para alrededor de 50 años de destierro con el país yaciendo desolado, mientras Josefo, el Talmud, Sincelo I, y el Antiquitatum todos están de acuerdo en 70 años".
Éste es un resumen extraño. Cierto, las cronologías de Beroso y Tolomeo ambos indican que Jerusalén yació desolada durante 48 años, mientras que las cifras de Sincelo II indican 50 años. Pero las cifras de Polistor indican un período de desolación de 58 años. Y la reclamación que “Josefo, el Talmud, Sincelo I, y el Antiquitatum todos están de acuerdo en 70 años" es casi totalmente equivocada:
(1) Las cifras de Josefo en Antigüedades. X.xi.1-2 implican que Jerusalén yació desolada durante 100 años. Cierto, en algunos otros, Josefo le asigna 70 años al período, pero en uno de ellos, como ya vimos, él fecha la desolación de Jerusalén al año 21 de Nabopolasar. Y, en su última declaración sobre el período, él dice que la desolación duró durante 50 años.
(2) El Talmud no apoya a Furuli. Las cifras que éste cita son de —45 años de reinado para Nabucodonosor, 23 para Amel-Marduk, y para los restantes reyes ninguna de las cifras— en lo absoluto nos indica ningún período de 70 años. El tratado cronológico en el Talmud conocido como Seder Olam, de hecho, declara que Judá yació desolada sólo durante 52 años. Este tratado es una de las partes más antiguas del Talmud, supuestamente escrito por el Rabino Yose en el 3er siglo EC. (C. Milikowsky, Seder Olam, Vol. 2, University Microfilm International, Ann Arbor, Michigan, 1981, Págs. 535, 543)
(3) Las cifras que Furuli citas de la lista reciente de reyes en el Antiquitatum asignan 30 años de reinado a Nabucodonosor, 3 a Amel-Marduk, 6 a Nergal-shar-ussur, y ninguno a Labashi-Marduk ni Nabónido. Estas cifras no señalan tampoco ningún período de 70 años.
(4) Las cifras de Sincelo I indican un período de 67 años de desolación.
La declaración de Furuli que estas cuatro fuentes “todas están de acuerdo en 70 años", entonces, es demostrablemente falsa.
Furuli empieza esta sección declarando que: "el que conecta un número particular con el exilio, es el profeta Jeremías." (Pág. 75) Más temprano, en la página 15, Furuli reclama que: "algunos de los textos dicen sin ambigüedad que Jerusalén fue un yermo desolado durante 70 años completos." Y en la página 17 él declara que: "La Biblia... dice sin ambigüedad que Jerusalén y la tierra de Judá fueron un yermo desolado sin habitantes durante 70 años completos.
No obstante, esto no es lo que dice Jeremías. El profeta aplica los 70 años directamente a la duración del dominio de Babilonia sobre las naciones, y no a la duración de la desolación de Jerusalén ni al exilio judío. Esto está en acuerdo extraordinario con los hechos establecidos de la historia. La supremacía de Babilonia en el Cercano Oriente empezó con el quebranto final del poder Asirio en el 610/609 AEC y finalizó 70 años después con la caída de Babilonia en el 539 AEC, exactamente como Jeremías lo había declarado:
“estas naciones servirán al rey de Babilonia durante setenta años." —Jeremías 25:11 (Nueva Versión Internacional)
“Cuando a Babilonia se le hayan cumplido los setenta años, yo los visitaré; y haré honor a mi promesa en favor de ustedes, y los haré volver a este lugar.” —Jeremías 29:10 (Nueva Versión Internacional)
Estos textos claramente aplican el período de 70 años a Babilonia, no a Jerusalén. Aun el mismo Furuli admite esto, declarando que: "el texto no dice explícitamente que se refiere a un exilio para la nación judía. Si hacemos un análisis gramatical del 25:11, encontramos que 'estas naciones’ es el sujeto gramatical, y el 29:10, 'Babilonia' es el paciente, es decir, la nación que debe experimentar el período de 70 años." (Pág. 75)
Intentando evadir esta conclusión indeseable, Furuli entonces se torna a los pasajes de 70 años en Daniel 9:2 y 2ª Crónicas 36:20, 21, declarando que "los escritores de Daniel y 2ª Crónicas entendieron las palabras de Jeremías para implicar un exilio de 70 años para la nación judía.” Después de citar la Nueva Versión Internacional para estos dos textos, él reclama:
"Como el análisis debajo muestra, las palabras de Daniel y el cronista son sin ambigüedad. Ellos definitivamente muestran que Daniel y el cronista entendieron que Jeremías profetizaba sobre un período de 70 años para el pueblo judío cuando la tierra estaba desolada." (Pág. 76)
“Una razón adicional para empezar con Daniel y con el cronista es que ellos vivieron después del exilio y tenían información sobre su verdadera duración. Por tanto, sus palabras tienen peso porque ambos conocían las profecías y su cumplimiento”, nos afirma Furuli. Igualmente él declara [primero la cita de su libro, luego, la cita como la tradujeron al español en la Internet]:
“El principio fundamental para la interpretación de pasajes que se aceptan universalmente, es interpretar un pasaje ambiguo a la luz de otros que no sean ambiguos. En nuestro caso tenemos dos pasajes sin ambigüedad, a saber, Daniel 9:2 y 2 Crónicas 36:21, cual aplican los 70 años de la condición de desolación a Jerusalén. Empezar con las palabras aparentemente ambiguas de Jeremías 25:10 es volverse hacer lo contrario, debido a que el principio mencionado es abandonado". (Pág. 76)
“Hay seis pasajes en la Biblia en los que se menciona un periodo de 70 años en relación con Babilonia: Jeremías 25:11, 12; 29:10; Daniel 9:2; 2 Crónicas 36:21; Zacarías 1:12 y 7:5. Dos de estos (Daniel 9:2 y 2 Crónicas 36:21) difícilmente pueden entenderse de más de una manera, y los otros cuatro deben considerarse a la luz de estos. El principio para entender pasajes ambiguos a la luz de otros que no sean ambiguos se acepta universalmente. Pero resulta bastante extraño que se haga en gran medida lo contrario en artículos sobre el exilio en Babilonia.”
El principio de interpretación al que se refiere Furuli es uno correcto. ¿Pero Furuli, lo utiliza correctamente? ¿Es verdad qué los pasajes de Daniel 9:2 y 2ª Crónicas 36:21 son sin ambigüedad, mientras que las declaraciones de Jeremías son ambiguas? Un examen crítico mediante un análisis lingüísticos de los pasajes mencionados por Furuli, revela que es contrario a la verdad. Para empezar con las breves referencias sobre Jeremías en Daniel y 2 Crónicas, como lo hace Furuli, realmente “es volverse hacer lo contrario,” y abandonar “el principio mencionado". Esto se demostrará en la siguiente discusión.
En su discusión de Daniel 9:2, Furuli primero presenta una transliteración del texto, acompañada por una traducción palabra por palabra. Se sigue por una fluida traducción, cual resulta ser la Traducción del Nuevo Mundo por la Sociedad Watchtower (TNM, Vol. V, 1960 en inglés; el verter es el mismo que se utiliza en la revisión de la edición del 1984). Según esta versión, Daniel “discerní por los libros el número de los años acerca de los cuales la palabra de Jehová había ocurrido a Jeremías el profeta, para cumplir las devastaciones de Jerusalén, [a saber,] setenta años.”
Este verter podría haber cambiado en una nueva, todavía-no-publicada, edición revisada de la TNM. En la edición revisada sueca de la TNM publicada en 2003, el texto se ha cambiado para que diga que Daniel “discerní por los libros el número de los años de los cuales en acorde a la palabra de Jehová, había llegado a Jeremías el profeta, cuando se completarían concerniente al estado desolado de Jerusalén, [a saber,] setenta años.”
Noten en particular que la frase "para cumplir las devastaciones de Jerusalén" se ha cambiado para que lea "se completarían concerniente al estado desolado de Jerusalén". Esto lleva el verter dando al texto a estar en acuerdo cercano con el lingüista dinamarqués citado aquí debajo.
Aunque Furuli repetidamente reclama que: Daniel sin ambigüedad declara que Jerusalén estaría desolada durante 70 años, él siente que la declaración necesita ser explicada. Él añade:
"Una paráfrasis de la parte central de Daniel 9:2 podría ser: 'Dios le dio a Jerusalén como una ciudad devastada 70 años para completarse.' No hay ninguna ambigüedad en las palabras hebreas.” (Pág. 77)
¿Pero si la declaración de Daniel está tan clara, y sin ambigüedad, como el mismo Furuli reclama, por qué entonces él siente que necesita una exposición en forma de paráfrasis? De hecho, la paráfrasis de Furuli le da un significado al texto que nadie sigue debido a su análisis gramatical, ni tampoco es obvio en la traducción que él a citado.
El hecho es que ni Jeremías ni Daniel dicen que Dios: "dio a Jerusalén… 70 años para completarse", tampoco Daniel dice que "la desolación de Jerusalén duraría 70 años", como la NVI indica en la cláusula. Ambos ejemplos son paráfrasis (vea el libro The Gentile Times Reconsidered, 4th ed. [”Los Tiempos de los Gentiles Reconsiderados” 4ª edición en inglés”], Cáp. 5, C-3) con miras a darle una interpretación específica al texto. Otra paráfrasis, basada en un análisis gramatical cuidadoso del texto, señala una comprensión diferente. El bien conocido erudito en hebreo y comentarista bíblico el Dr. Edward J. Young traduce la última parte del pasaje como "para completar con respecto a las desolaciones de Jerusalén setenta años", agregando:
"El pensamiento puede ser parafraseado: 'Con respecto a la desolación de Jerusalén, 70 años deben completarse’." (E. J. Young, The Prophecy of Daniel, Grand Rapids: Wm. B. Eerdmans Publ. Co., 1949, pp. 183, 184)
En vista a la referencia de Daniel y la dependencia en las declaraciones de Jeremías (25:12; 29:10-12), el texto también podría entenderse que significa, con respecto al estado desolado de Jerusalén, los predichos 70 años de dominio babilónico deben completarse antes de que los exilados puedan retornar a Jerusalén para traer su desolación a una terminación. La gramática claramente permite este significado. No hay ninguna razón para creer que Daniel reinterpretó las claras declaraciones de Jeremías, como se requiere por la interpretación de Furuli del texto.
Es obvio que Daniel vincula los 70 años con el estado desolado de Jerusalén. Toda la discusión en su totalidad en el libro The Gentile Times Reconsidered, 4th ed. [”Los Tiempos de los Gentiles Reconsiderados” 4ª edición en inglés”], Cáp. 5, C, está basada en esto. Pero el hecho que Daniel vincule ó ataña un período al otro no es lo mismo que igualar ó identificar el uno con el otro. El vincular y el igualar son dos cosas diferentes.
En el libro The Gentile Times Reconsidered, 4th ed. [”Los Tiempos de los Gentiles Reconsiderados” 4ª edición en inglés”], Cáp. 5, C, nota marginal 33, la traducción literal siguiente de Daniel 9:2 es citada, basado en un análisis gramatical detallado del texto por un colega mío dinamarqués, quién es un erudito lingüístico profesional con un conocimiento íntimo del hebreo Bíblico:
“En [Darío] su primer año de reinado, yo, Daniel, miré atentamente, en los libros, el número de los años, que habló JHWH al profeta Jeremías que habían de cumplirse, con respecto a las desolaciones de Jerusalén, en setenta años.”
El lingüista concluyó su análisis de la declaración de Daniel haciendo la siguiente precisa distinción:
"Esta declaración de ninguna manera prueba que Jerusalén en sí sería un yermo desolado durante 70 años, únicamente que este período de tiempo se cumpliría antes de que la ciudad pudiese librarse y reconstruirse."
Otros doctos y cuidadosos hebraístas han hecho la misma distinción. En un extenso comentario sobre Daniel 9:2, el Profesor Carl F. Keil señaló la dependencia de la redacción de Daniel 9:2 sobre Jeremías 25:9-12 y explicó:
"Con lemal'ot (para cumplir) se introduce el contenido de las palabras de Jehová, como son dadas por Jeremías. lechorbot no representa el acusativo: para causar que sea la completa desolación de Jerusalén (Hitzig), sino que la le significa, en respeto de, con respecto a. Esta expresión no se acomoda en Jer. xxix. 10 (Kran.), sino en Jer. xxv. 12 ('cuando sean cumplidos los setenta años’). Propiamente, charabôt, los lugares desolados, ruinas, aquí es una condición desolada. Jerusalén ciertamente no quedó en ruinas durante setenta años; la palabra no ha de ser interpretada de este modo, pero es en parte escogida con referencia a las palabras de Jer. xxv. 9, 11. Sin embargo la desolación empezó con la primera toma de Jerusalén, y la deportación de Daniel y sus compañeros y una parte de los vasos sagrados del templo, en el cuarto año de Jehoiaquim (606 [error para 605] A.C.).
Por consiguiente, en el primer año del reinado de Darío el Medo sobre el reinado de los caldeos los setenta años profetizados por Jeremías ahora estaban completos, el período de la desolación de Jerusalén determinado por Dios casi había expirado ". (C. F. Keil, Commentary on the Old Testament, [“Comentario del Antiguo Testamento”], Vol. IX, Págs. 321-322; énfasis agregado)
Keil, uno de los más grandes eruditos hebreos del siglo 19, consideró esto como un posible entendimiento completo del texto y de estar realmente en armonía con la gramática de Daniel 9:2. La explicación presentada en The Gentile Times Reconsidered, 4th ed. [”Los Tiempos de los Gentiles Reconsiderados” 4ª edición en inglés”], es, de hecho, casi idéntica a la de Keil.
De modo que, la repetida reclamación de Furuli que Daniel sin ambigüedad declara que Jerusalén fue un yermo desolado durante 70 años no procede de su propio análisis gramatical. Ni tampoco está de acuerdo con las observaciones de los cuidadosos hebraístas y los eruditos lingüísticos.
Furuli empieza presentando una transliteración de 2ª Crónicas 36:21, acompañada por una traducción palabra por palabra y enseguida utilizando un verter del texto por la TNM:
”21 para cumplir la palabra de Jehová por boca de Jeremías, hasta que la tierra hubo pagado sus sábados. Todos los días de yacer desolada guardó sábado, para cumplir setenta años.”
Noten que este verso empieza con una cláusula subordinada, más específicamente, con una cláusula del propósito: “para cumplir...". ¿Pero cuál evento es el que cumpliría "la palabra de Jehová por boca de Jeremías"? Para conocer esto es necesario examinar la cláusula primordial o principal. No obstante Furuli ignora la cláusula principal que se encuentra en el verso 20. Éste verso dice:
“20 Además, a los que quedaron de la espada se los llevó [Nabucodonosor] cautivos a Babilonia, y llegaron a ser siervos para él y sus hijos hasta que la realeza de Persia empezó a reinar;”
El verso refleja las profecías de Jeremías sobre la servidumbre. El escritor de Crónicas claramente tiene en mente la predicción que está en Jeremías 27:7:
“todas las naciones tienen que servirle, sí, a él y a su hijo y a su nieto hasta que llegue el tiempo de aun su propio país.”
Después de la caída de Asiría en el 610/609 AEC, todas las naciones en el Cercano Oriente quedaron destinadas a servir como vasallos al rey babilónico, a su hijo, y su nieto. Como Jeremías lo explica en el próximo verso (27:8), la nación que se negase a servir al rey de Babilonia sería destruida. Tanto la Biblia como la historia secular muestran que después de la batalla de Carquemis en el 605 AEC Nabucodonosor subyugó las naciones en el área de Hattu (Siria y Palestina) y les obligó a que se volviesen sus vasallos pagadores de tributos.
Pero los reyes de Judá se sublevaron y quitándose el yugo babilónico, cual finalmente, dos décadas después de la conquista inicial, provocó la destrucción de su tierra y capital. Por consiguiente, la servidumbre judía llegó a significar ser menos de 20 años de servicio vasallo interrumpido por las repetidas rebeliones. El resto de su servidumbre, cerca de 49 años, tuvieron que pasarlos en el exilio en Babilonia.
En su alusión a Jeremías 27:7, el cronista nunca menciona "todas las naciones" sino que sólo se enfoca en el remanente judío que habían sido traídos cautivos a Babilonia después de la desolación de Jerusalén. ¿Hasta cuándo ellos tendrían que servir al rey de Babilonia? Como Jeremías ya lo había dicho: "hasta que llegue el tiempo de aun su propio país", cual el cronista, quien escribió después de su cumplimiento, podría hacerlo específico —"hasta que la realeza de Persia empezó a reinar"— es decir, hasta el 539 AEC. La conquista de Persa a Babilonia llevó los 70 años de servidumbre a su fin, en el cumplimiento de la profecía de Jeremías, como el cronista continúa a señalarlo en el próximo verso —el verso citado y discutido por Furuli fuera de contexto:
21 para cumplir la palabra de Jehová por boca de Jeremías, hasta que la tierra hubo pagado sus sábados. Todos los días de yacer desolada guardó sábado, para cumplir setenta años.
¿Cuál de "la palabra de Jehová por boca de Jeremías" se cumplió por la finalización de la servidumbre a través de la toma de poder Persa en el 539 AEC? No pueden haber sido las palabras en el medio del verso —“hasta que la tierra hubo pagado sus sábados. Todos los días de yacer desolada guardó sábado, para cumplir setenta años”— a causa de que estas declaraciones no se encuentran en ninguna parte en el libro de Jeremías. Ellas realmente son referencia a Levíticos 26:34, 35. Si, por un momento, nosotros, nos sacamos de la mente las declaraciones interpuestas, la explicación del cronista sobre la profecía de los 70 años de Jeremías se nos hace clara:
“llegaron a ser siervos para él y sus hijos hasta que la realeza de Persia empezó a reinar; para cumplir (lemallôt) la palabra de Jehová por boca de Jeremías, ... para cumplir (lemallôt) setenta años.
El significado obvio es que la cesación de servidumbre bajo Babilonia por la
toma del poder Persa en el 539 AEC cumplió la profecía de los 70 años de
Jeremías. El cronista no reinterpreta las declaraciones de Jeremías para que
signifiquen 70 años de desolación para Jerusalén, como así lo reclama Furuli.
Al contrario, él se mantiene bien apegado muy estrechamente a la descripción de
Jeremías de los 70 años como un período de servidumbre bajo Babilonia, y él
finaliza éste período con la caída de Babilonia, exactamente como Jeremías lo
había predicho en Jeremías 25:12 y 27:7.
¿Entonces, por qué, el cronista insertó la declaración de Levíticos 26:34, 35 sobre el sábado ó días de reposo de la tierra? Evidentemente ya que esto explicaba la razón por qué la tierra de los judíos había sido finalmente despoblada y había sido desolada completamente. Según Levíticos 26, éste sería el castigo máximo por sus impenitentes transgresiones a la ley, incluyendo el estatuto sobre el sábado ó días de reposo de la tierra. Jehová dijo que “haré desolado al país" y permitiría que los judíos se esparciesen "entre las naciones". (Levíticos 26:32, 33) Esto haría posible la tierra disfrutar de sus sábados ó días de reposo:
“Entonces la tierra gozará sus días de reposo, todos los días que esté asolada, mientras vosotros estéis en la tierra de vuestros enemigos; la tierra descansará entonces y gozará sus días de reposo.” —Levítico 26:34 (Reina-Valera 1960)
La declaración del cronista que el remanente judío en Babilonia (en “la tierra de sus enemigos”) llegaron a ser siervos de los reyes de Babilonia "hasta (‘ad) que la realeza de Persia empezó a reinar" entonces, también implicó que ellos sirvieron a estos reyes babilonios “hasta (‘ad) que la tierra hubo pagado sus sábados. Todos los días de yacer desolada guardó sábado". (2 Crónicas 36:21) Como es señalado anteriormente, la desolación de Judá y Jerusalén y la deportación final de "los que quedaron de la espada se los llevó cautivos a Babilonia" (ver. 20) ocurrió aproximadamente dos décadas después que la servidumbre de "todas las naciones" ya había empezado. El estado desolado de la tierra, por consiguiente, no duró 70 años sino un poco menos de 50 años.
Estrictamente hablando, la desolación de la tierra no cesó hasta que los exilados hubiesen retornado a Judá para finales del verano o principios del otoño (Esdras 3:1) de (lo más probable) el 538 AEC (vea el libro The Gentile Times Reconsidered, 4th ed. [”Los Tiempos de los Gentiles Reconsiderados” 4ª edición en inglés”], Cáp. 3, nota marginal 2). Por lo tanto debemos concluir, ya sea que los exilados de alguna manera continuaron sirviendo al rey de Babilonia hasta el 538 ó hasta que el resto de los sábados ó días de reposo finalizaron en el 539 AEC.
La primera opción se entiende imposible defenderla. ¿Cómo los exilados podrían continuar sirviendo al rey de Babilonia durante otro año después de la caída del imperio y el destronamiento del rey en el 539 AEC? ¿Es posible, entonces que, el resto de los sábados ó días de reposo finalizaron en el 539AEC?
Es bastante posible que el cronista no considerara el año del retorno (538 AEC) como el último año sabático de reposo de la tierra. Es importante observar que, según las directrices en Levíticos 25:4, 5, la tierra debe tener completo reposo durante un año sabático:
“no sembrarás tu tierra, ni podarás tu viña. Lo que de suyo naciere en tu tierra segada, no lo segarás, y las uvas de tu viñedo no vendimiarás.” —Levíticos 25:4-5 (Reina-Valera 1960)
Los años sabáticos se contaron sobre la base de Tishri-a-Tishri. (Levíticos 25:9) El remanente judío que retornó en el 538 AEC llegó para finales del verano o principios del otoño, mucho antes del mes de Tishri (como claramente se indica en Esdras 3:1), que empezó el 16/17 de septiembre de ése año (PD, Pág. 29). Debido a que ellos necesitaban alimento durante el invierno, parece muy probable que ellos empezaron inmediatamente las preparaciones para obtener alimento. Ellos podrían segar aceitunas y frutas como las uvas no vendimiadas. Las uvas eran un alimento valioso ya que ellas eran secadas como pasas y utilizadas como alimento invernal. Así que, si es correcto que ellos segaron alimento en su retorno (lo que parece ser probable), el último año de su sábado (completo) de reposo para la tierra no pudo haber sido en el 538 sino debe haber sido el año que había finalizado inmediatamente antes del 1 de Tishri del 539 AEC. Esto podría explicar por qué el cronista finaliza el sábado de reposo de la tierra y la servidumbre de los exilados al mismo tiempo (es decir, cuando el reino Persa llegó al poder en el otoño del 539 AEC).
Por supuesto que Furuli discrepa con la discusión aquí arriba. Su tesis es, que el período de desolación y el sábado de reposo de la tierra sean idénticos al período de 70 años de Jeremías. En su análisis, él está intentando obligar que las declaraciones del cronista se conformen a esta teoría.
Esta parece ser la razón por qué él argumenta que la preposición hebrea ‘ad en la cláusula, "hasta (‘ad) que la tierra hubo pagado sus sábados"... “se vierte mejor mientras, en lugar de hasta". (Pág. 79) y en el Internet dice su traducción al español: “...‘ad puede tener un sentido temporal y a menudo significa “hasta”, pero también significa “durante”, “mientras”...”. Esto le permite reconstruir el verso como dos paralelos que digan:
”para cumplir la palabra de Jehová por boca de Jeremías, mientras que la tierra hubo pagado sus sábados.”
“para cumplir setenta años, mientras la tierra quedó desolada."
Furuli añade:
"Como lingüista sé por experiencia que el idioma es ambiguo. Pero las palabras de Daniel 9:2 y 2 Crónicas 36:21 están notablemente claras y sin ambigüedad."
Es difícil ver cómo esto sea verdad incluso en la retraducción y la reconstrucción del verso por Furuli. Como antes hemos declarado, su análisis del verso 21 ignora la conexión contextual con el verso 20, en la cual encontramos la preposición ‘ad usada en la cláusula "hasta (ad) que la realeza de Persia empezó a reinar." Puesto que ambas cláusulas con ‘ad tienen el propósito de explicar cuándo la servidumbre finalizó, la traducción de ‘ad como "hasta" es más natural en ambos versos. Verter ‘ad como "mientras" en el verso 20, por ejemplo, lo haría decir que el remanente judío se hicieron siervos del rey de Babilonia "mientras que la realeza de Persia empezó a reinar", una declaración que no sólo es históricamente falsa, aparte de que, no tiene sentido.
Por consiguiente, la mayoría de las traducciones vierten la preposición ‘ad como "hasta" en ambas cláusulas. No hay ninguna, hasta donde yo tenga conocimiento que vierta "mientras" en este pasaje. La razón es que, no sólo esto se excluye por el contexto, sino también por el hecho que ‘ad raramente toma el significado "mientras". (The New Brown-Driver-Briggs-Gesenius Hebrew and English Lexicon,1978, Pág. 725)
El intento de Furuli de asignarle el significado de ‘ad a "mientras" se trata de un caso de falacias argumentativa conocido como “súplica especial” y "asumiendo conclusiones". Para que su argumento funcione, él necesita que ‘ad signifique “mientras"; de lo contrario toda su cronología de Oslo se cae en pedazos.
En su discusión de Jeremías 25:9-12, Furuli se enfoca en el verso 11 que dice:
“Todo este país quedará reducido a horror y desolación, y estas naciones servirán al rey de Babilonia durante setenta años." —Jeremías 25:11 (Nueva Versión Internacional)
Como fuese señalado antes, Furuli empieza su discusión de la profecía de los 70 años admitiendo que Jeremías aplica los 70 años a Babilonia, y no a Jerusalén. Como él lo declara en la página 75:
“Si hacemos un análisis gramatical del 25:11, encontramos que 'estas naciones’ es el sujeto gramatical, y el 29:10, 'Babilonia' es el paciente, es decir, la nación que debe experimentar el período de 70 años."
Habiendo concluido (falsamente, como se ha demostrado anteriormente) que Daniel 9:2 y 2 Crónicas 36:21 que sin ambigüedad Jerusalén y la tierra de Judá fueron un yermo desolado sin habitantes durante 70 años completos, Furuli se percata que el significado de Jeremías 25:11 tiene que ser cambiado para que caiga en acuerdo con su conclusión.
La cláusula "estas naciones servirán al rey de Babilonia durante setenta años" está muy clara en el hebreo:
weâbdû haggôyîm hâêlleh et-melech bâbel šivîm šânâh
and-will-serve-they the-nations these king [of] Babel seventy year
y-le-servirán-ellos las-naciones éstos rey [de] Babel setenta años
Como Furuli señala (Pág. 82), la partícula et antes de melech bâbel ("rey de Babel") es un marcador que indica que melech bâbel es el objeto. El orden típico de las palabras en hebreo es: verbo-sujeto-objeto. No hay ningún problema gramatical con la cláusula. Simplemente y sin ambigüedad dice que: "estas naciones servirán al rey de Babilonia durante setenta años". Furuli, también, admite que: "esta es la traducción más natural”. (Pág. 84) ¿Cómo, entonces, puede Furuli forzarla para que diga otra cosa?
Furuli primero reclama que "el sujeto ('estas naciones’) es vago y no especificado". Pero realmente, esto no es correcto. Simplemente se refiere atrás a: "todas estas naciones en derredor" refiriéndose al verso 9. Furuli entonces declara que el sujeto en la cláusula no podría ser "estas naciones" en el verso 11 sino "esta tierra" (Judá) y "sus habitantes" en el verso 9. Lo qué, por consiguiente, el verso 11, realmente dice que son sólo los habitantes de Judá, no "estas naciones" quienes servirán 70 años al rey de Babilonia. ¿Cómo entonces, la ocurrencia de "estas naciones" en la cláusula puede ser explicada? Furuli sugiere que pudiera ser la parte del objeto, el rey de Babel, que "sería una especificación de" estas naciones. Entonces la cláusula podría traducirse:
"y ellos estas naciones servirán, el rey de Babel, setenta años " (Pág. 84)
Furuli también sugiere que la partícula et podría no haberse usado aquí como un marcador del objeto sino como una preposición con el significado "con". Basado en esta explicación, la cláusula inclusive podría traducirse:
"y ellos estas naciones servirán junto con el rey de Babel setenta años" (Pág. 84)
Estas reconstrucciones no tienen apoyo por ninguna de las traducciones de la Biblia. No sólo ellas son improbables, asimismo ellas son refutadas por el contexto más amplio. La predicción que las naciones circundantes a Judá servirían al rey de Babilonia se repite en Jeremías 27:7 de tal modo que es imposible malentenderlo:
“todas las naciones tienen que servirle, sí, a él y a su hijo y a su nieto hasta que llegue el tiempo de aun su propio país.”
El contexto inmediato del verso demuestra concluyentemente que "las naciones" está relatándose para incluir todas las naciones que no son judías en el Cercano Oriente. Por consiguiente, la acrobacia lingüística de Furuli es innecesaria, equivocada, y es otro caso de súplica especial.
Furuli intenta conseguir apoyo de la versión la Septuaginta (LXX), declarando que: "nosotros sabemos que los traductores de la Septuaginta quienes trabajaron con el libro de Jeremías en el tercero o segundo siglo A.C.E., usaron un Vorlage diferente al texto Masorético [MT], quizás una forma reducida del libro." (Furuli, Pág. 84)
Pero esto no es algo que "nosotros sabemos". Es una teoría sugerida por algunos eruditos, donde sobre eso no hay ningún acuerdo general. Se ha hecho popular porque supuestamente se apoya por un pedazo muy fragmentario de un pergamino hebreo encontrado entre los Rollos del Mar Muerto (DSS), 4QJerb. El fragmento contiene partes de Jeremías 9:22-10:21; 43:3-9, y 50:4-6. Parcialmente sigue la LXX sólo en Jeremías 10 omitiendo los versos 6-8 e insertando el verso 9 en medio del verso 5. También contiene varias lecturas del MT asimismo algunas lecturas únicas en su clase. Por estas razones, no puede decirse que este fragmento refleja el Vorlage de la LXX —si es que alguna vez hubo tal cosa. Como es argumentado por M. Margaliot ("Jeremías X 1-16: una reexaminación, "Vetus Testamentum, Vol. XXX, Fasc. 3, 1980, Págs. 295-308), hay fuertes razones para creer que las variaciones de la LXX en el capítulo 10 son secundarias y que aquí el MT tiene un texto superior y auténtico.
Interesantemente, los cinco fragmentos encontrados juntos de Jeremías entre los Rollos del Mar Muerto contienen partes de, 29 de los 52 capítulos del libro. Éstos en su mayor parte siguen al MT (con algunas desviaciones), y esto también es verdad de las partes preservadas del capítulo 25 (versos 7-8, 15-17, y 24-26). (Vea por David L. Washburn, A Catalog of Biblical Passages in the Dead Sea Scrolls, [“Un Catálogo de los Pasajes Bíblicos en los Rollos del Mar Muerto”], Atlanta: Society of Biblical Literature, 2002, Págs. 128-133).
El verter de la LXX de Jeremías 25:11 hace a los judíos sirvientes de entre las naciones durante 70 años:
“Y será toda la tierra en desaparecimiento; y servirán, en las gentes, setenta años; —La Sagrada Biblia Versión de La Septuaginta Al Español (Pbro. Guillermo Jünemann Beckchaefer)
Extrañamente, la LXX omite todas las referencias de Babilonia y del Rey Nabucodonosor en Jeremías 25:1-12. Esto crea un problema porque cuando Jehoiaquim había leído y había quemado el pergamino conteniendo las profecías unos meses después de que habían sido dadas, él le preguntó a Jeremías, también de acuerdo a Jer-LXX:
“¿Por qué has escrito en él diciendo: ‘Entrando, entrará el rey de Babilón, y exterminará esta tierra, y desfallecerá, de ella, hombre y bestia?’.” (Jeremías 36:29) —La Sagrada Biblia Versión de La Septuaginta Al Español (Pbro. Guillermo Jünemann Beckchaefer)
Evidentemente el pergamino original contenía las referencias al rey de Babilonia, lo que fuertemente indica que Jer-MT en lugar del Jer-LXX representa el texto original de Jeremías 25:1-12.
Para comentarios adicionales sobre la versión de la LXX de Jeremías, vea el libro The Gentile Times Reconsidered, 4th ed. [”Los Tiempos de los Gentiles Reconsiderados” 4ª edición en inglés”], Cáp. 5, A, nota marginal 8.)
Jeremías 29:10 explícitamente declara que los 70 años se refieren a Babilonia, no a Jerusalén:
“Así dice el Señor: Cuando a Babilonia [lebâbel] se le hayan cumplido los setenta años, yo los visitaré; y haré honor a mi promesa en favor de ustedes, y los haré volver a este lugar.[es decir, a Jerusalén]. (Nueva Versión Internacional)
Furuli nota que la mayoría de las traducciones de la Biblia vierten la preposición le como "para" ó "a" y que sólo algunas (normalmente las más viejas) traducciones lo vierten como "en". (Furuli, Pág. 85) De estas, sobre lo último, él menciona seis en inglés: TNM [Traducción del Nuevo Mundo], KJV [Versión del rey Jacobo], Harkavy, Spurrell, Lamsa, y la Biblia sueca Swedish Church Bible de 1917.
La edición de Alexander Harkavy de 1939 contiene el texto hebreo yuxtapuesto con una traducción inglesa. Furuli no parece haber notado que Harkavy en el prólogo declara que la traducción inglesa es la Versión Autorizada, es decir, la versión KJV. La traducción de George Lamsa ha sido fuertemente criticada debido a su fuerte dependencia en la versión KJV. También en Jeremías, capítulo 29, él casi servilmente sigue la versión KJV. Por consiguiente, su "en Babilonia” no significa nada. Yo no he podido verificar la traducción de Helen Spurrell. Se publicó en Londres en 1885, no 1985, como la bibliografía de Furuli erróneamente muestra, así que no es una traducción moderna.
La Biblia sueca Swedish Church Bible de 1917 recientemente se ha “reemplazado" por dos nuevas traducciones, Bibel-2000 y Folkbibeln (1998). Las dos tienen "a Babilonia" en Jeremías 29:10. En respuesta a mis preguntas, los traductores de ambas traducciones enfatizaron que lebâbel en Jeremías 29:10 significa "para Babilonia", y no "en Babilonia”. Sorprendentemente, incluso la nueva edición sueca revisada de la TNM ha cambiado su anterior "en Babilonia" en la edición de 1992 por "a Babilonia" en la edición del 2003.
Ya que verter "a Babilonia" contradice la teoría que los 70 años se refieren al período de desolación de Jerusalén, Furuli necesita defender el verter notablemente poco frecuente de "en" Babilonia. Él, incluso reclama, que la preposición "a" le da un significado difuso a los 70 años:
"Si ‘a’ es escogido, el resultado es difuso, porque el número 70 entonces pierde todo significado específico. No hay ningún evento particular que marque su principio ni su final, y el enfoque es también equivocado, porque sería en Babilonia en lugar de en los judíos." (Pág. 86)
Ésta es una declaración increíble y otro ejemplo de lo que es otra súplica especial por Furuli. Es difícil creer que Furuli esté totalmente ignorante al hecho que el principio y el final de la supremacía babilónica en el Cercano Oriente está marcada por eventos tan revolucionarios —como su comienzo, esto por finalmente derrotar aplastantemente el imperio Asirio, y el final, por la caída de la propia Babilonia en el 539 AEC. Ciertamente él debe saber qué, exactamente, según la cronología secular, 70 años pasaron entre estos dos eventos. Las autoridades modernas sobre la historia de éste período están de acuerdo que el final definido de Asiría ocurrió en el 610/609 AEC. En el libro The Gentile Times Reconsidered, 4th ed. [”Los Tiempos de los Gentiles Reconsiderados” 4ª edición en inglés”], Cáp. 5, G-2, por ejemplo, se citan cuatro eruditos principales a este efecto: estos son, el Profesor John Bright y tres de los principales asiriólogos, Donald J. Wiseman, M. A. Dandamaev, y Stefan Zawadski. Nos sería fácil multiplicar este número. Otro ejemplo es el Profesor Klas R.Veenhof quien hace un comentario sobre el final de Asiría en las páginas 275 y 276 de su libro Geschichte des Alten Orients bis zur Zeit Alexanders des Grossen (Göttingen, 2001). Él describe cómo el último rey de Asiría, Assuruballit II, después de la destrucción de Nínive la capital en el 612 AEC, se retiraron a la provincia de la capital de Harrán, la última fortaleza Asiría, dónde él tuvo éxito resistiendo durante otros tres años, apoyado por Egipto. Veenhof escribe:
"No fue ninguna ventaja que Egipto apoyara Asiría; los ejércitos babilónicos y Medos tomaron la ciudad en el 610 A.C., y en el año siguiente [609] ellos repelieron su último defensivo esfuerzo. Con eso un gran imperio fue disuelto." (Traducido del alemán)
Comprendiendo que el año 609 marca el punto de partida natural de los "setenta años para Babilonia”, el Profesor Jack Finegan escribe en las páginas 177 y 178 en la edición revisada de su muy conocido manual Handbook of Biblical Chronology (Peabody, Mass.: Hendrickson Publishers, 1998):
"En Jeremías 29:10 la promesa del Señor es restituir a su pueblo 'cuando se completaran los setenta años a Babilonia’. En la historia del antiguo Oriente la derrota en el 609 A.C. de Ashur-uballit II, gobernante en la ciudad occidental de Harán del último remanente del imperio Asirio, marcó el final de ese imperio y el levantamiento al poder del imperio babilónico por Nabopolasar de Babilonia (§430). Entonces en el 539 Ciro el persa marchó en victoria dentro de Babilonia (§329) y los setenta años de Babilonia y los setenta años de cautividad judía fueron 'completados' (709 [error impreso para 609] - 539 = 70)."
Ciertamente, nadie familiarizado con la historia neobabilónica puede reclamar honestamente que los 70 años "para Babilonia" tienen un "significado difuso" porque ningún evento particular marca el principio y final del período.
Furuli luego señala que "la Septuaginta tiene la forma dativa babylôni" pero que "el significado más natural es 'en Babylon'." La declaración revela una sorprendente ignorancia del griego antiguo. Como cada erudito griego señalará, el significado natural de la forma dativa de babylôni es "para Babilonia". Es una exacta traducción, literal del hebreo original lebâbel, que definitivamente significa "para Babel" en este texto, como se discutirá debajo. Cierto, en Jeremías 29:22 (LXX 36:22) la forma dativa de babylôni se usa en sentido local, "en Babel", pero nosotros podemos notar que es precedida por la preposición griego en, “para”, para hacer esto claro:
"Y de ellos una maldición ciertamente se tomará por parte del cuerpo entero de exilados de Judá que están en Babilonia (en babylôni)”
Furuli más adelante se refiere al verter de la Vulgata latina, en Babylone, que quiere decir, como él explica correctamente, "en Babilonia". Esta traducción lo más probable influyó la versión KJV de 1611, la que a su vez ha influido varias otras traducciones más tempranas. El punto es que todas las traducciones derivadas o influidas por la Vulgata, como la KJV, no son fuentes independientes.
La preposición le es la preposición más común en el Antiguo Testamento Hebreo. Según un reciente cálculo, aparece 20,725 veces, 1352 se encuentran en el libro de Jeremías. (Ernst Jenni, Die hebräischen Prepositionen. Band 3: Die Präposition Lamed, Stuttgart, etc.: Verlag Kohlhammer, 2000, Pág. 17) ¿Pero qué significa en Jeremías 29:10? Desde la primera edición de mi libro sobre los tiempos de los gentiles (GTR) que se publicó en 1983, esta pregunta se le ha hecho a docenas de Hebraístas calificados alrededor del mundo. Yo mismo contacté a varios y lo mismo hicieron algunos de mis corresponsales. Aunque algunos de los Hebraístas explicaron que le en ciertas expresiones tiene un sentido local ("en"), en la mayoría de los casos no lo tiene, y ellos unánimemente rechazan que éste es el significado en Jeremías 29:10. Algunos de ellos están citados en el libro The Gentile Times Reconsidered, 4th ed. [”Los Tiempos de los Gentiles Reconsiderados” 4ª edición en inglés”], (Cáp. 5, B-2).
Furuli discrepa con sus puntos de vista. Él cree que porque le se usa en un sentido local en algunas expresiones a unos pocos lugares que probablemente también se usa en este sentido en Jeremías 29:10. Él argumenta:
“Puede usarse realmente en sentido local 'en'? Ciertamente se puede, y The Dictionary of Classical Hebrew lista cerca de 30 ejemplos de este significado, uno de ellos es Números 11:10, 'cada hombre a (le) la entrada de su tienda’ Así que, en cada caso cuándo le se usa, es el contexto que debe decidir su significado. Por ejemplo, en Jeremías 51:2 la frase lebâbel significa 'a Babylon', porque el verbo precedente es 'enviaré’. Pero lirûshâlâm [la letra li en el principio de la palabra es una contracción de le+yod] en Jeremías 3:17 en la cláusula, 'todas las naciones tienen que ser reunidas en Jerusalén' tiene el significado local 'en Jerusalén', y lo mismo es verdad con la frase lîhûdâ en Jeremías 40:11 en la cláusula, 'el rey de Babilonia había dado un resto a Judá'." (Pág. 86)
[noten el error de Furuli en “a Judá”, no dice “en Judá” como él así insinúa, vea TNM]
Muy bien, ¿pero estos ejemplos permiten que lebâbel en Jeremías 29:10 sea traducido "en Babilonia"? ¿Es ésta realmente una probable traducción? ¿Incluso es posible que sea una? Esta pregunta se le envió al Profesor Ernst Jenni en Basilea, Suiza, quien indudablemente es la autoridad principal hoy en día en preposiciones hebreas. Hasta el presente, él ha escrito tres volúmenes sobre tres de las preposiciones hebreas, be (beth), ke (kaph), y le (lamed). En el Die hebräischen Prepositionen. Band 3: Die Präposition Lamed (Stuttgart, etc.: Verlag Kohlhammer, 2000), él le dedica 350 páginas al examen de le. Su respuesta fechada 1º de octubre de 2003 dice:
"Siendo que recientemente he recibido una consulta desde Alemania concerniente a Jer. 29,10 (a este tenor, relacionado con una teoría de los testigos de Jehová), puedo contestarle relativamente rápido.
Mi trato con este pasaje se encuentra en el libro Lamed-book Pág. 109 (encabezamiento 4363). El verter en todos los comentarios modernos y las traducciones es 'para Babel' (Babel como un poder mundial, no-ciudad ó tierra); esto está claro por el lenguaje así como por el contexto.
¿Por el ‘significado local’ una distinción debe hacerse entre en dónde? ¿('en’) y dónde a? (local direccional 'a, hacia’). El significado básico de l es 'con referencia a’, y con una siguiente especificación local puede entenderse como local o local-direccional sólo en ciertas expresiones adverbiales (por ejemplo, Núm. 11,10 [Clines DCH IV, 481b] 'a la entrada’, cotéjese el Lamed. Págs. 256, 260, encabezamiento 8151). En Jer. 51,2, la l es un dativo personal ('y enviado a Babel [como un poder mundial personificado] aventadores, quien aventará y vaciará su tierra (Lamed. Pág. 84f., 94). En Jer. 3,17 'a Jerusalén’ (terminativo local), todo lo necesario está en el Lamed. Págs. 256, 270 y ZAH 1, 1988, 107-111.
En las traducciones: la LXX tiene babylôni sin ambigüedad un dativo ('para Babylon'). Sólo la Vulgata tiene, para estar seguro, en Babylone, 'en Babylon', y así en la Versión del rey Jacobo 'en Babylon', y probablemente también en la Traducción del Nuevo Mundo. Yo espero haberle servido con esta información y reciba mis saludos cariñosos.
E. Jenni.
[Traducido del alemán. Énfasis agregado.]
En vista a esta información específica y de autoridad, los argumentos de Furuli sobre el significado local de le con relación a Jeremías 29:10 de forma segura pueden despedirse.
En cuanto a los pasajes de 70 años en Zacarías 1:12 y 7:5 se refieren a un período diferente al de Jeremías, Daniel, y 2ª Crónicas esto se demuestran en detalles en el libro The Gentile Times Reconsidered, 4th ed. [”Los Tiempos de los Gentiles Reconsiderados” 4ª edición en inglés”], Cáp. 5, E-F. No hay ninguna necesidad de repetir toda la argumentación aquí; la mayoría de los lectores tiene acceso a éste trabajo. El intento de Furuli de igualar los 70 años en Zacarías con los 70 años en Jeremías, Daniel, y Crónica elude el verdadero problema.
Según Zacarías 1:12, Jerusalén, y las ciudades de Judá se había denunciado durante "estos setenta años". ¿Si esta denuncia finalizó cuando los judíos retornaron del exilio después de la caída de Babilonia, como así sostiene Furuli, por qué este pasaje muestra que las ciudades todavía estaban denunciándose en el segundo año de Darío, el 520/519 AEC? Furuli no tiene ninguna explicación para esto, en tal caso él prefiere no hacer ningún comentario sobre el problema.
Lo mismo se sostiene en Zacarías 7:4, 5. ¿Cómo pueden los 70 años de ayuno haberse acabado en el 537 AEC, como Furuli reclama, cuando nuestros textos aquí claramente muestran que estos ayunos todavía estaban celebrándose en el cuarto año de Darío, el 518/517 AEC? Furuli de nuevo ignora el problema. Él solamente se refiere al hecho que los verbos en hebreo "denunciar", "ayuno”, y "plañido" están todos en hebreo perfecto, declarando que, “no hay nada en los mismos verbos que demanden que los 70 años todavía estaban continuándose al momento del discurso”. (Pág. 88) Cierto, pero tampoco ellos demandan lo contrario. La forma del verbo en estos pasajes no demuestra nada.
Pero el contexto sí lo dice. Claramente muestran que las ciudades todavía estaban denunciándose "al momento del discurso”, en el 519 AEC, y que los ayunos todavía estaban sosteniéndose "al momento del discurso”, en el 517 AEC, cerca de 70 años después del sitio y la destrucción de Jerusalén en el 589-587 AEC. Por eso es que esta pregunta se planteó en el 519 AEC: ¿Por qué Jehová está todavía enfadado con Jerusalén y las ciudades? (Zacarías 1:7-12) Y eso también es por qué esta pregunta se planteó en el 517 AEC: ¿Nosotros continuaremos sosteniendo estos ayunos? (Zacarías 7:1-12) La interpretación de Furuli (cual es un eco de la Sociedad Watchtower) implica que la denuncia de las ciudades y el mantener los ayunos habían estado en continuo por cerca de 90 —no 70— años, contradiciendo así directamente las declaraciones en el libro de Zacarías.
IV-B-11: ¿Es apoyada por la arqueología la desolación de 70 años de Jerusalén de Furuli?
En la nota 126 de la página 91, Furuli indica que su teoría de un período de desolación de 70 años de largo para Jerusalén es apoyado por los resultados arqueológicos. Él cita de un artículo escrito por Ephraim Stern, "The Babylonian Gap”, in Biblical Archaeology Review (Vol. 26:6, 2000, Págs. 45-51, 76). Stern, señala:
"Por casi alrededor de medio siglo —desde el 604 A.C.E. al 538 A.C.E.— hay una brecha completa en evidencia sugiriendo una ocupación ". (Págs. 46-47)
Esto indicaría una brecha de alrededor de 68 años. Pero Furuli falla al no explicar que la destrucción que fecha Stern al 604 AEC es una que fue causada por los ejércitos babilónicos en su primera captura de Judá y las naciones circundantes, en el asentimiento de Nabucodonosor y su primer año de reinado. Ésta evidentemente es la destrucción a la que Jeremías, también, se refiere en el 25:18 y en la cual él, también, la fecha al primer año de Nabucodonosor en el 25:1. Evidentemente el país fue ampliamente devastado por el ejército babilónico en su primera marcha a través de Judá. (Vea los comentarios en el libro The Gentile Times Reconsidered, 4th ed. [”Los Tiempos de los Gentiles Reconsiderados” 4ª edición en inglés”], Cáp. 5, A-1, nota marginal 10.) Sobre la destrucción de Jerusalén 18 años después —cual Stern fecha al 586 AEC— Stern escribe: "La evidencia de esta destrucción es confirmada ampliamente por las excavaciones en Jerusalén.” (Pág. 46) Un examen cuidadoso del artículo por Stern muestra que no hay nada en que apoye el punto de vista de Furuli de los 70 años. Esto también es verdad por el más reciente artículo de Stern sobre el mismo tema, "The Babylonian Gap: The Archaeological Reality", publicado en el Journal for the Study of the Old Testament (“Rotativo para Estudio del Antiguo Testamento”), Vol. 28:3 (2004), Págs. 273-277.
En las últimas páginas del capítulo 4, Furuli describe su acercamiento a las profecías bíblicas sobre los 70 años como "diferente". ¿Pero diferente cómo? Es diferente, él nos dice, porque él le permite la Biblia tomar precedencia sobre las fuentes históricas seculares. Él intenta demostrar esto comparando su acercamiento con la discusión de los 70 años escrita por el erudito Adventista del Séptimo Día Ross E. Winkle. Furuli plantea la discusión de Winkle, y él dice, puesto que él es el único erudito que ha conocido quién usa un acercamiento lingüístico para los pasajes de los 70 años:
"La única persona quien estoy consciente que ha discutido las profecías del exilio desde un punto de vista lingüístico y de una manera erudita es un erudito quien escribe en una revista adventista. (Pág. 89)
Ésta es una impúdica exageración. Yo tengo muchos comentarios y artículos que discuten estos pasajes desde un punto de vista lingüístico. No obstante, la discusión de Winkle es una excelente. Se publicó en 1987 en la publicación erudita en el SDA publication Andrews University Seminary Studies (AUSS, Vols. 25:2 y 25:3). Como uno suscrito a ése periódico, leí los artículos de Winkle en el 1987 y quedé sorprendido al encontrar todo lo notablemente similar la mayoría de sus observaciones y conclusiones era con las mías publicadas cuatro años antes en mí libro The Gentile Times Reconsidered, [”Los Tiempos de los Gentiles Reconsiderados” 1ª edición en inglés”],. (Vea los comentarios sobre esto en el libro The Gentile Times Reconsidered, 4th ed. [”Los Tiempos de los Gentiles Reconsiderados” 4ª edición en inglés”], Cáp. 5, G-2, nota marginal 57.)
Furuli explica que la diferencia entre el acercamiento de Winkle y el suyo, es que Winkle: "interpreta las palabras de Daniel y el cronista bajo la luz de su comprensión de la cronología tradicional. Yo, por otro lado, empiezo con las palabras de Daniel y el cronista, que yo sostengo son sin ambigüedad, y escojo la comprensión de Jeremías 25 y 29 que concuerdan con las palabras de Daniel y el cronista: la cronología tradicional no se toma en cuenta en lo absoluto." (Pág. 90) Furuli entonces añade algunos comentarios sobre el análisis de Winkle de 2ª Crónicas 36:20-22, concluyendo que se “fuerza" y es "antinatural" porque su base "es una fe en la cronología tradicional.” (Pág. 91)
Ésta no es una descripción justa del acercamiento de Winkle, ni tampoco la del propio Furuli. En este examen de los primeros cuatro capítulos del libro de Furuli, hemos visto varias dificultades insuperables que su Cronología de Oslo no sólo crea respecto a las fuentes históricas extra-bíblicas sino también con la propia Biblia.
La cantidad de evidencia contra la revisión de la cronología de Furuli proporcionada por los documentos cuneiformes —en particular las tablillas astronómicas— es enorme. Los esfuerzos de Furuli para intentar darle una explicación a esta evidencia no le sirven de nada. Su idea de que la mayoría, ó sino casi todos, los datos astronómicos grabados en las tablillas podrían haberse vueltos a calcular en un período posterior es demostrablemente falso. La teoría desesperada final de Furuli de que los astrónomo Seléucida —y habían muchísimos— que sistemáticamente volvieron a fechar casi todos los archivos astronómicos heredado de generaciones antiguas de eruditos, está divorciada de la realidad.
Con respecto a los pasajes bíblicos sobre los 70 años, hemos visto a que extremos Furuli se ha visto obligado a llegar, en sus esfuerzos para tratar de traerlos en acuerdo con su teoría. Él ha sido incapaz de demostrar su repetida reclamación que los pasajes de los 70 años en Daniel y 2ª Crónicas sin ambigüedad declaran que Jerusalén fue un yermo desolado durante 70 años completos. Su interpretación lingüística de 2ª Crónicas 36:21 está construida desatinadamente debido a que él ignora la cláusula principal en el verso 20, la cual rotundamente hace que la servidumbre finalice con la conquista de los persas a Babilonia en el 539 AEC. El revertir lingüístico por Furuli de los pasajes en Jeremías es peor aún. Para reconciliar a Jeremías 25:11 con su teoría, él admite que él tiene que desechar "la traducción más natural” del verso. Y para traer a Jeremías 29:10 en acuerdo con su teoría él tiene que rechazar el verter casi universal de “para Babilonia" ó "a Babilonia", a favor de “en Babilonia" —una traducción rechazada por todos los hebraístas modernos competentes.
El acercamiento de Furuli, entonces, no es uno bíblico sino uno sectario. Como un erudito conservador de los testigos de Jehová, él está preparado para ir a cualquier extremo para forzar que los pasajes bíblicos y las fuentes históricas aparenten estar en acuerdo con la cronología de los tiempos de los gentiles de la Sociedad Watchtower —una cronología que es la piedra angular del fundamento de las reclamaciones donde basan su autoridad dada por Dios del movimiento. Como ya ampliamente he documentado en esta revisión, esta agenda sectaria obliga a Furuli a que invente increíbles explicaciones sobre las fuentes pertinentes, ya sean bíblicos ó extra-bíblico por igual.