UNA REVISIÓN DE:

ROLF FURULI:  LA CRONOLOGÍA PERSA Y LA LONGITUD DEL  EXILIO BABILÓNICO DE LOS JUDÍOS (OSLO: ROLF FURULI a/s, 2003).

  

©  Carl Olof Jonsson, Göteborg, Suecia, 2009

 

Traducido Por David García Claussell

 

Revisión de los capítulos 5-10: 

 

¿Puede Revisarse la Cronología Persa? — Rolf Furuli su “Contestación a Jonsson” Examinada 

 

El libro de Rolf Furuli en inglés, La Cronología Persa y la Longitud del Exilio Babilónico de los judíos,  primero fue publicado en el 2003 como el volumen I de dos volúmenes sobre antigua cronología.  Como el título del libro muestra, el volumen trata con dos preguntas: (1) La Cronología Persa, y (2) la longitud del exilio judío en Babilonia.  La segunda pregunta se discute en los primeros cuatro capítulos del libro, y una revisión de estos capítulos por este autor se publicó en este portal de la red en el 2003 en inglés.  Sin embargo, una revisión sobre la discusión de Furuli de la primera pregunta, la cronología Persa, ya se había publicado en otra parte, a saber, en el periódico interdisciplinario británico Chronology & Catastrophism Review [C&CR]: con los títulos en inglés “¿Puede Revisarse la Cronología Persa? — Parte I” (C&CR 2006, Págs. 25-40), y “¿Puede Revisarse la Cronología Persa? — Parte II: El Reinado de Artajerjes I” (C&CR 2007, Págs. 38-57).

 

{En español vea: Parte 1 en:  http://goto.glocalnet.net/kf2/unociro.htm  y parte 2 en: http://goto.glocalnet.net/kf2/dosarta.htm}

 

La razón básica del intento de Rolf Furuli para revisar la cronología Persa se debe a la exposición de la Sociedad Watch Tower de las “setenta semanas [de años]”, o 490 años, de Daniel 9:24-27.  Basado en Nehemías 2:1f., que cuenta este período de 490 años desde el año 20 de Artajerjes I al 36 a.C., lo que sería la supuesta expiración de la fecha de las 70 semanas de años, a mediados del mismo el Mesías sería cortado según Daniel 9:26, 27.  Aunque, la aplicación, impone que el año 20 de Artajerjes I sea fechado al 455 a.C. en lugar del 445.  La misma, se trata de una antigua idea que puede remontarse atrás al teólogo Denis Petau, mejor conocido como Dionysius Petavius [‘Dionisio Petavio’] quien primero la presentó en un trabajo que se publicó en 1627 (De Doctrina Temporum, Vol. 2).

 

El descubrimiento e interpretación de las muchas miles de tablillas cuneiformes fechadas al período Persa han hecho que tal aplicación sea insostenible.  La evidencia en contra de esa teoría constantemente ha estado en aumento desde entonces, el estudio de estas tablillas comenzó casi a mitad del siglo 19.  La abrumadora cantidad de evidencias disponible hoy en día en contra de la fecha del 455 a.C., le ha causado a la Sociedad Watch Tower y a sus apologistas problemas insuperables.  Ya que no hay ninguna evidencia que hable a favor de la fecha, su defensa de la fecha se ha limitado a intentos para socavar las evidencias que habla en contra de ella.

 

Para mover el año 20 de Artajerjes I del 445 hacia atrás al  455 a.C., ha sido necesario aumentar la longitud de su reinado de 41 a 51 años.  Esto empuja el primer año de su reinado hacia atrás del  464 al  474 a.C.  También mueve todas las anteriores fechas 10 años al revés.  El reinado de 21 años de su predecesor, Jerjes, por ejemplo, tiene que moverse hacia atrás del  485-465 al 495-475 a.C.  También tiene que moverse la fecha para la caída de Babilonia, 539 a.C., hacia atrás al 549 a.C.  Pero como la fecha del 539 a.C., es indispensable para la cronología de la Sociedad Watch Tower, la solución en tal caso ha sido crear una corregencia en alguna parte después del 539.  La variante de la teoría de la corregencia de Furuli implica una solución de dos pasos.  Furuli no sólo acrecienta el reinado de Artajerjes I a 51 años (lo cual como declaramos antes mueve el reinado de su predecesor Jerjes 10 años al revés), sino que también mueve el reinado de Darío I (521-486 a.C.) un año hacia adelante (al 520-485).  De esta manera Furuli crea una corregencia de 11 años entre Darío I y su hijo y sucesor Jerjes:   

 

Persa

Gobernante :

La cronología

tradicional:

“Cronología de Oslo”

por Furuli:

Darío I

36 años:  521 – 486

36 años:  520 – 485

Jerjes I

21 años:  485 – 465

con Darío,

11 años:  495 – 485

+ reinado solo,

10 años:  484 – 475

Artajerjes I

41 años:  464 – 424

51 años:  474 – 424

 

Que tales reestructuraciones cronológicas son insostenibles se demostró en mi revisión de dos partes en el C&CR arriba mencionado.  Cualquiera interesado en leer esta revisión en inglés puede contactarme para una copia mediante correo electrónico.

 

En un esfuerzo para defender su variante de la cronología de la Watchtower (la “Cronología de Oslo), Rolf Furuli escribió una contestación sobre mi revisión, que se había publicado en la edición del C&CR del 2009:  “Studies in Persian Chronology – A Response to Jonsson”  [“Estudios de la Cronología Persa — Una Contestación a Jonsson”] (Págs. 30-39).  En esta contestación de 10 páginas Furuli explica que el “espacio le impide” a él “tratar con cada argumento” que yo presenté (Pág. 38).  Realmente, él ha evitado discutir sobre la mayoría de la evidencia que yo presenté y ha escogido enfocarse casi completamente en intentar socavar la preponderancia de las tablillas astronómicas de ese período.

 

El acercamiento de Furuli a mi revisión de dos partes 

 

Rolf Furuli comienza su “Contestación a Jonsson” reclamando que: “Jonsson basa sus argumentos y conclusiones en fuentes secundarias, es decir, en las conclusiones emitidas por los distintos eruditos quienes han estudiado los documentos originales.” (Furuli, Pág. 30) ¿Qué él quiere decir con esto?

 

Furuli repetidamente ha reclamado que, en contraste con él, yo no he estudiado los idiomas antiguos y por consiguiente me he visto obligado a usar traducciones de las tablillas originales de autoridades principales en cuanto al cuneiforme, Akadio, y las tablillas cuneiformes astronómicas, y autoridades como Abraham J. Sachs, Hermann Hunger, Christopher Walker, John Steele, y otros.  Para Furuli esto significa tornase a “fuentes secundarias”.

 

Pero en primer lugar, Rolf Furuli no sabe nada sobre mis estudios y conocimientos de idiomas antiguos.

 

En segundo lugar, el propio conocimiento de Furuli del cuneiforme, Akadio, y la antigua astronomía babilónica da mucho que desear, como se ha demostrado, vez tras vez, por los exámenes críticos que se han hecho de los trabajos y artículos que él ha escrito de estos asuntos hasta ahora.  Sus discusiones han demostrado —no sólo por mí sino asimismo por varios otros eruditos— que están repletas de serios errores, páginas tras páginas.

 

En tercer lugar, todas las citas de las tablillas cuneiformes astronómicas en su “Contestación a Jonsson” de 10 páginas son literalmente citadas de las traducciones en los volúmenes del ADT por Hermann Hunger. (ADT = Astronomical Diaries and Related Texts from Babylonia, [‘Diarios Astronómicos y Textos Relacionados de Babilonia’] Vols. I, II, III, V, y VI.).   ¡Por lo tanto, siendo que Furuli considera estas traducciones como “fuentes secundarias”, él es tan igual y tan dependiente de las “fuentes secundarias” como reclama que yo soy!

 

¿En cuarto lugar, si un erudito quien es una autoridad en los cuneiforme y el idioma Akadio y quién ha pasado la mayor parte de su vida adulta estudiando las antiguas tablillas astronómicas escritas en ese idioma ha de ser considerado una fuente secundaria, en tal caso qué nosotros podemos decir sobre el propio Rolf Furuli, quién ni siquiera es una autoridad en los cuneiformes ni el Akadio, ni en las tablillas astronómicas babilónicas? ¿A él, pudiese siquiera considerarse una fuente secundaria? Ya que él no ha contribuido en nada hasta ahora que aumente nuestra comprensión del idioma akadio, ni nuestra comprensión de la astronomía babilónica, ni nuestra comprensión de las tablillas cuneiformes astronómicas, ¿a él, en absoluto, pudiera considerársele como una fuente que sea útil?

 

¿Y en quinto lugar, si tenemos alguna pregunta sobre cómo es que cierto pasaje en una tablilla astronómica babilónica debe ser entendido y traducido a quién debemos acudir? ¿A una de las autoridades principales en tales textos, ó a Rolf Furuli que no es ningún especialista en tales tablillas, y cuya agenda se conoce bien por la mayoría de nosotros?  La respuesta es obvia.

 

Cuando la evidencia es cuantiosa, un erudito tiene el derecho de llegar a una conclusión definida.  Yo tuve que hacer eso hacen 35 años atrás cuando, como testigo de Jehová, después de mucha investigación y resistencia, finalmente me vi obligado abrir mi mente a la enorme preponderancia de evidencia que había encontrado en contra de la cronología de la Sociedad Watch Tower y aceptar los desagradables hechos.  En un artículo anterior en el C&CR Furuli señala cuán importante es, especialmente para un erudito, tomar un “acercamiento equilibrado” y estar “sin prejuicios”.  (“Open-Mindedness and Ancient Chronology,” {“La Imparcialidad y la Cronología Antigua”}, C&CR 2007, Págs. 36, 37) no obstante darle énfasis a esta materia por supuesto es una cosa; y el ser tal erudito es otra.  Muchos de los lectores de los documentos por Furuli saben bien que él ha gastado toda su vida adulta defendiendo las reclamaciones basadas cronológicamente y dogmas de una secta religiosa. Por consiguiente, parece bastante insólito cuando él en su “Contestación a Jonsson” de 10 páginas se inclina a usar los argumentos ad hominem describiéndome como “categórico”, “dogmático” y “sectario”.  No hasta que él empiece a tomar un  “acercamiento equilibrado” a la cronología de la Sociedad Watch Tower, mediante abiertamente admitir y señalar sus serias debilidades y problemas, y que se pruebe a sí mismo como un investigador de mente abierta, no dogmática y no sectaria. Hasta ahora, sin embargo, él nunca abiertamente ha criticado la cronología de la Sociedad Watch Tower, la piedra angular de sus reclamaciones sectarias que exige ser el “único canal de Dios sobre la tierra.”

 

[“Argumento ad hominem (es decir “al hombre”), que consiste en un ataque a la persona que argumenta en contra, en lugar que al argumento contrario.”]

 

La “Contestación a Jonsson” de Furuli examinada críticamente  

 

Mi revisión de dos partes de la discusión de Furuli sobre la cronología Persa cubre 36 páginas en total.  Aproximadamente seis de estas páginas (alrededor del 17% de mi discusión) se dedica a una discusión de las tablillas astronómicas que establecen la cronología absoluta para los reinados de Darío I , Jerjes, y Artajerjes I.  Utilicé cuatro tablillas:

 

(1) LBAT 1393 (traducida como núm. 54 en ADT V), fechada al reinado de Darío I.

(2)  LBAT 1419 (núm. 4 en ADT V), con una entrada fechada al año 21 de Jerjes  (465/464 a.C.).

(3)  VAT 5047 (núm.  -453 en ADT  I), fechada al año 11 de Artajerjes I  (454/453 a.C.). 

(4)  LBAT 1387+1388+1486 (núm. 56 en ADT V), máximamente fechada al reinado de Artajerjes I.

 

Como es declarado antes, Furuli en su “Contestación a Jonsson” se enfoca casi completamente en las tablillas cuneiformes astronómicas.  Sin embargo, en adición a las cuatro tablillas que utilicé, Furuli también discute sobre otras tres tablillas astronómicas:

 

(5)  Strm Kambys 400 (núm.   55 en ADT  V), fechado al año 7 de Cambises.

(6)  W 20030/142 (núm.  -463 en ADT  I). Falta el año de reinado.

(7)  BM 33478 (núm.  -440 en ADT  I). El año de reinado está dañado.

 

Yo no utilicé ninguna de estas tres tablillas, por las siguientes razones:

 

•  La primera tablilla (5) que se fecha al año 7º. de Cambises (523/522 a.C.), es una de las tablillas astronómicas más problemáticas.  No sólo se trata de una copia posterior.  Aparte de que los eruditos señalan, que contiene una mezcolanza de observaciones, predicciones, y quizás retrocálculos agregados por copistas posteriores.  En adición, también contiene muchos errores y contradicciones. (Vea “Los Tiempos de los Gentiles Reconsiderados” 4ª. edición en inglés, = GTR4, Págs. 86, 87)

 

•  La segunda tablilla (6) el nombre real, y el año de reinado, ambos le faltan. Aun cuando las observaciones astronómicas grabadas en ella puedan fecharse de forma segura al año 464 a.C., esto no lo establece como el primer año (o 11, según Furuli) de Artajerjes I.  Por consiguiente, es inservible para propósitos cronológicos.

 

•  La tercera tablilla (7),  finalmente, se fecha a un rey llamado Artajerjes.  El año del reinado está parcialmente roto. Hunger la fechó tentativamente al año 24 de Artajerjes I (441 a.C.), pero él admitió que la fecha y la identidad del rey eran problemáticos. (ADT I, Pág. 61)  Los problemas fueron solucionados unos años después por Johannes Koch quien demostró que la tablilla pertenecía al año 23 de Artajerjes II, 382/381 a.C. (Archiv für Orientforschung 1991/2, Págs. 101-103)  después esta misma conclusión, en el 1993 y 1998, fue apoyada por R. J. van der Spek. (Achaemenid History XI, ed. por M. Brosius & A. Kuhrt, 1998, Pág. 240)  El fechado más temprano de la tablilla a Artajerjes I, entonces, tuvo que ser descartado.  Puesto que no pertenecía al período, yo no la discutí en mi revisión de dos partes, ya que no las utilicé.

 

Casi la mitad de la discusión de Furuli de las tablillas astronómicas se lo dedica a estas tres tablillas, a pesar de su pobre calidad, él aún intenta usarlas en apoyo de su “Cronología de Oslo”. (C&CR 2009, Págs. 31-37)  En una prolongada discusión de la núm. (7) aquí arriba (BM 33478 = núm. -440 en ADT  I).), por ejemplo, él argumenta que debe fecharse al año 10 de Artajerjes I, cual él lo fecha al 465/464 a.C. (C&CR 2009, Págs. 34-37)   No hay nada en el texto que apoye eso. Además, Furuli no parece estar consciente que Koch y van der Spek ya fecharon correctamente la tablilla. Un análisis revelador del trato por Furuli de esta tablilla está disponible en la red por Ann O’Maly en el siguiente portal:

 

http://www.jehovahs-witness.net/watchtower/bible/182993/1/Do-the-celestial-positions-on-BM-33478-help-to-prove-Artaxerxes-Is-20th-year-was-455-BCE-For-scholar

 

Puesto que ninguna de estas tres tablillas, en particular las últimas dos, pueden utilizarse para establecer la cronología absoluta del período que yo discutí, no las utilicé.  Si el uso de Furuli de ellas significa ser parte de su “Contestación a Jonsson”, él completamente ha fallado en dar en el blanco, cuando ni yo mismo, ni siquiera encontré razón alguna para mencionar ninguna de ellas.

 

La discusión de Furuli de las cuatro tablillas que yo utilicé es completamente engañosa a todo lo largo.  Con respecto a una de las tablillas que yo usé, la número (3) aquí arriba (VAT 5047), fechada al año 11 de Artajerjes, yo desafié a Furuli a que entonces encontrara durante la era Persa un año que no fuese el 454 a.C., que se igualara totalmente con las posiciones en el modelo de posiciones lunares y planetarias grabadas en las tablillas. (C&CR 2007, Pág., 44)  Pero Furuli no aceptó el reto.  En cambio él solo procuró socavar la calidad de las posiciones, reclamando que las posiciones en la tablilla “4 están equivocadas y 2 están correctas” que por consiguiente,  la tablilla, “probablemente contiene retrocálculos ” en lugar de observaciones. (C&CR 2009, Pág. 33)  Sin embargo, un estudio detallado de las posiciones con la ayuda de un astroprograma moderno demuestra que el problema no es la calidad de las posiciones, sino la calidad del examen de Furuli de las posiciones.  Por lo menos puede demostrarse en 5 de las 6 posiciones están correctas, mientras la 6ª es problemática. Ya que está grabado en dos ocasiones, con lecturas ligeramente diferentes, en dos lugares diferentes lugares en la tablilla (en la col. el iv, línea  2´ y en el borde superior, línea 3), esto puede indicar un error del escriba o del copista.  De todos modos, mi desafío aún se mantiene.

 

El trato de Furuli de las restantes tres tablillas que yo utilicé se trata de la misma pobre calidad.  Sobre la núm. (1) aquí arriba (LBAT 1393) él erróneamente reclama que 11 posiciones están equivocadas, 4 posiblemente están correctas, y 1 es correcta.  De nuevo, esto indica para él que: “las muchas posiciones equivocadas en esta tablilla realmente sugiere un retrocálculo” en lugar de ser observaciones. (C&CR 2009, Pág. 32)  Sobre la núm. (2) aquí arriba (LBAT 1419), él admite que el registro fechado al último año de Jerjes encaja perfectamente al 465 a.C., pero argumenta, equivocadamente, que también encaja perfectamente con el 475. (C&CR 2009, Págs. 35, 36)  Y sobre la núm. (4) aquí arriba (LBAT 1387+1388+1486) él reclama que, de las 43 posiciones de Venus relacionadas a un rey, 32 posiciones están equivocadas, 5 correctas, y 6 posiblemente correctas.  Infortunadamente, la conclusión de Furuli que el:  “74% de posiciones equivocadas apenas pudieran representar que son observaciones, lo más probablemente es que se trata de retrocálculos, hecho basándose en un esquema que contiene errores” está basado en la misma pobre calidad de examen que caracteriza su trato de las otras tablillas.  

 

Requeriría una exposición muy larga y tediosa presentar los exámenes astronómicos de todas las observaciones grabadas en las cuatro tablillas.  El examen de una sola de las cuatro tablillas como por ejemplo —LBAT 1393— será suficiente para demostrar cuán erróneas realmente son las reclamaciones de Furuli.  Aunque, inclusive esto, pudiese ser una experiencia bastante aburrida para la mayoría de los lectores, los resultados se han resumido en una tabla encuestadora al final de la discusión.

 

La tablilla cuneiforme astronómica  LBAT 1393 (Núm. 54 en ADT V)

 

La tablilla astronómica LBAT 1393, transliterada y traducida por Abraham Sachs y Hermann Hunger y publicada como la núm. 54 en ADT V, Págs. 158-165, tiene grabada las observaciones del planeta Júpiter colocadas en ciclos de 12 años.  Las observaciones fueron hechas durante los reinados de Ciro, Cambises, y Darío I.  La tablilla es brevemente mencionada por mí en las páginas 28-29 de Chronology & Catastrophism Review (C&CR) 2006, dónde fue demostrado que puntúa la tal llamada “Cronología de Oslo” de Rolf Furuli para el reinado de Darío I.  Mi discusión sobre esta tablilla es criticada por Rolf Furuli en el C&CR 2009 en la página 32, dónde él declara que la tablilla tiene grabada “muchas posiciones equivocadas”, reclamando que él ha “encontrado que 11 posiciones están equivocadas, 4 son posiblemente correctas (15), y 1 es correcta.”  Él no dice cuál de las 16 posiciones él siente que está equivocada y por qué, pero sugiere que la razón para las supuestas posiciones astronómicas erróneas es que ellas “lo más probable representan retrocálculos y no observaciones reales.”  

 

¿Es esto correcto? Un examen bien de cerca de las observaciones demuestra que las reclamaciones de Furuli están totalmente infundadas. 

 

Entradas que son inservibles para propósitos de fechado

 

Algunas de las entradas en las tablillas están severamente deterioradas, y en todas, menos una de ella, los años de reinados le faltan. Por consiguiente, estas entradas son inservibles para propósitos de fechar.  Sólo será necesario una breve descripción de ellas:

 

El anverso:

Las columnas I´ e II´ del anverso están rotas y le faltan pedazos.  La columna III´ contiene seis líneas con el texto, pero mucho del texto está deteriorado, y ambos, el nombre real y los años de reinado no están presentes.  Aunque las dos observaciones preservadas (una dando la posición de Júpiter, la otra la fecha de su última aparición) encaja con los años 512 y 511 a.C., esto no puede usarse para demostrar que éstos eran los años 10 y 11 del reinado de Darío I.

                                                                                                                                                                                          

La columna IV´ contiene cuatro líneas con el texto, y el año número “23” está visible en la línea 2´.  Si esto se refiere al año 23 de Darío I, correspondería al 499 a.C., en la cronología tradicional.  Los registros de dos observaciones, fechados a los meses III y VI, están preservados en las líneas 2´ - 4´, pero debido a que el texto está parcialmente dañado, y es difícil de interpretar, yo no los utilicé en mi discusión. 

 

El reverso:

El texto en la columna I´ en el lado reverso le falta las líneas 1´, 2´, y 9´.  Las seis líneas que quedan están parcialmente dañadas, pero las dos observaciones grabadas al año 526 a.C. se pueden ver.  La primera entrada en la columna II´ contiene un texto parcialmente legible en las líneas 1´-3´ y 10´, con dos observaciones que pueden fecharse al 515 a.C.   Sin embargo, siendo que ambos, el nombre real y los años de reinado le faltan en ambas de estas entradas, yo no utilicé ninguna de las cuatro observaciones en mi discusión de la tablilla.

 

Entradas que son utilizables para propósitos de fechado

 

Las partes restantes del lado reverso tiene grabadas de las observaciones de Júpiter fechadas a los años 8, 19, 20, 31, y 32 de un rey anónimo que puede de forma segura ser identificado como Darío I.  Los detalles suministrados para las 13 observaciones no encajaron con ningún otro rey.  Ninguna de estas observaciones puede demostrase que están desacertadas, de modo que las reclamaciones de Furuli se demuestran que son falsas.  En las siguientes 13 observaciones brevemente se examinarán, una por una, con la ayuda de dos astroprogramas modernos, SkyMap Pro 11.04 y PLSV por sus siglas en inglés  (“Planetary, Lunar, and Stellar Visibility”, {“Planetaria, Lunar, y Visibilidad Estelar”}, disponible libre de costo en la red del Software [soporte lógico] de Alcyone).

 

La segunda entrada en la columna II´ del lado reverso (líneas 11´-17´) contiene ambos, números del año, el mes y números de días.  Asimismo la mayoría del texto está preservado, es posible verificar y fechar las observaciones que están grabadas: 

 

Reverso, columna II´, línea 11´-12´a: 

 

     “(Año) 8.… Mes III,… la 4ª, última aparición en Géminis.”

 

En la cronología tradicional, el año 8 de Darío I, comenzó en la Primavera del 514 a.C.  El 4º día del mes III de ese año corresponden al 28/29 de mayo (de crepúsculo a crepúsculo) en el calendario Juliano.  El programa PLSV muestra que la última visibilidad de Júpiter podía observarse el 29 de mayo de ese año después del ocaso, y el programa de SkyMap confirma que Júpiter en ese momento se encontraba en Géminis.  Sin embargo, la tablilla muestra que el astrónomo babilónico observó la última aparición (en Géminis) la tarde anterior, el 28 de mayo después del ocaso.  La diferencia de un día entre el cálculo moderno y la observación antigua no es problemática.  Por varias razones —las condiciones de tiempo, las incertidumbres en el arcus visionis, las variaciones en la magnitud planetaria, los efectos atmosféricos y otras circunstancias observables— las observaciones babilónicas de la primera y última visibilidad de un planeta podrían diferir a menudo por uno, dos, o más días de la más exacta primera y última visibilidad técnicamente establecida con la ayuda de los métodos modernos y cómputos.  (Vea  por Teije de Jong, “Early Babylonian Observations of Saturn: Astronomical Considerations: Astronomical Considerations” {“Antiguas Observaciones Babilónicas de Saturno: Consideraciones Astronómicas”}en J. M. Steele y Annette Imhausen (eds.), Under One Sky. Astronomy and Mathematics in the Ancient Near East, {“Bajo Un Cielo. Astronomía y Matemática en el Antiguo Cercano Oriente”}, Münster: Ugarit-Verlag, 2002, Pág. 177.) En consideración de esto, la observación grabada en la tablilla está en excelente acuerdo con los cómputos modernos.

 

Reverso, columna II´, línea 12´b-13´:

 

     [continúa el Año 8] “Mes IV,… la 3ª, primera aparición a 5° al frente de Cáncer.”

 

El día 3 del mes IV en el 514 a.C. corresponde al 26/27 de junio en el calendario Juliano.  Según el programa de PLSV la primera visibilidad de Júpiter en ese año podía verse antes de la salida del sol el 27 de junio, así como está declarado en la tabilla.  En ese momento Júpiter estaba “enfrente de”, es decir, al oeste de, la constelación de Cáncer.  No está claro a qué distancia, se refiere 5°.  Ninguna estrella específica se menciona, y la referencia de toda la constelación es muy general.  Los límites babilónicos de las constelaciones en ese momento no eran idénticos a los reconocidos hoy en día.  Furuli correctamente señala que: “hoy, es difícil conocer lo que se creía entonces ser el extremo o frente exacto de una constelación.” (C&CR 2009, Pág. 32)  El programa SkyMap muestra que Júpiter en ese momento estaba aproximadamente al 18.5° “enfrente de” el centro de Cáncer.  Además, Júpiter estaba más cercano a la constelación de Géminis que de Cáncer, habría sido más natural para los eruditos babilónicos, por consiguiente dar la distancia a la estrella resplandeciente β Geminorum, aproximadamente a 7° según los cálculos modernos.  Es posible que la posición de Júpiter fuera calculada en esta ocasión en lugar de ser observada, quizás debido al mal tiempo.  Esto explicaría por qué se utilizaría una constelación completa en lugar de una estrella específica como referencia.  ¡También es interesante notar que los eruditos babilónicos, cuando ellos dividieron el zodíaco en 12 signos de 30° cada uno, empezó la señal zodiacal Cáncer con β Geminorum!  (Hermann Hunger y David Pingree, en Astral Sciences in Mesopotamia [“Ciencias Astrales en Mesopotamia”], Brill, Leiden-Boston-Köln, 1999, Pág. 150)  Sin embargo, no es muy probable, que esta división ya se habría hecho a finales del siglo 6 a.C.  Debido a las antedichas incertidumbres no puede reclamarse que la posición suministrada en la tablilla está equivocada.

  

Reverso, columna II´, línea 16´ y 13´: 

 

     [continúa el Año 8] “Mes VIII,… el 7º, quedó estacionario en [….].”

 

La fecha —año 8, mes VIII, día 7— corresponde al 25/26 de octubre del 514 a.C.  El nombre de la constelación que queda al final le falta, pero Cáncer es la única alternativa para esa fecha.  El programa SkyMap muestra que Júpiter quedó estacionario en Cáncer cerca del 25/26 de octubre y entonces empezó a retroceder al oeste de nuevo.

 

Reverso, columna III´ línea 5´:  

 

La entrada en las primeras cuatro líneas de la columna III´ está dañada y le falta el año de reinado, de modo que si aún fuese posible fechar la observación, no sería cronológicamente de mucha ayuda.  La próxima entrada en las líneas 5´ a la 12´, sin embargo, están fechadas al año 19 y tienen grabadas cuatro observaciones fechables.   La primera se describe en la línea 5´:

 

     “(Año) 19. Mes III,… el 6º, primera aparición detrás de la Carroza.”

 

El día 6, mes III, año 19 de Darío I corresponde al 29/30 de mayo de 503 a.C., en el calendario Juliano. “Carroza” era el nombre babilónico para la parte norte de Tauro, que pertenecían, por ejemplo, las estrellas β Tauri, y ζ Tauri. (Hermann Hunger y David Pingree, en Astral Sciences in Mesopotamia [“Ciencias Astrales en Mesopotamia”], Brill, Leiden-Boston-Köln, 1999, Pág. 271)  Según el programa PLSV la primera aparición de Júpiter podía verse en la mañana antes de la salida del sol el 31 de mayo del 503 a.C.  Esto fue un día después que se observó por el astrónomo babilónico.  Su observación adelantada no es improbable, sin embargo, como la distancia entre el nacimiento de Júpiter y la salida del sol en la mañana del 30 de mayo fue de aproximadamente 46 minutos, lo que es casi igual a la de la mañana del 31 de mayo, que fue de aproximadamente 47 minutos  —una diferencia de casi un minuto.

 

Puesto que la Carroza, la parte norte de Tauro, subió por encima del horizonte oriental antes que Júpiter, el observador babilónico concluyó que Júpiter estaba detrás (= al este) de la Carroza β Tauri, la estrella brillante al extremo nordeste de la Carroza, por ejemplo, subió a las 06:44, o 22 minutos antes de Júpiter.  Por consiguiente, no puede reclamarse que esta observación estaba equivocada porque Júpiter, si se midió en relación con la eclíptica, estaba al sur en lugar del este de β Tauri.  En relación con el horizonte definitivamente Júpiter fue visto por el observador babilónico subir detrás de la Carroza.

 

Reverso, columna III´ línea 7´ y 8´: 

 

     [Continúa el Año 19] “Mes VI2,  … el 10, quedó estacionario detrás de γ Geminorum;   

     el xth, se movió hacia atrás al oeste.”

 

El año 19, mes VI2 (el segundo de Ululu), día 10, corresponde al 28/29 de septiembre del 503 a.C. en el calendario Juliano.  El programa de SkyMap confirma que en la mañana del 29 de septiembre antes de la salida del sol Júpiter estaba situado estacionario en la constelación de Geminorum.  Después de, unos días —el texto está un poco dañado y el número del día es ilegible (por eso “el xth”)— podía verse moviéndose “hacia atrás al oeste”.  El único problema es la posición que se le da a Júpiter aquí, que está detrás de γ Geminorum.  En el punto estacionario Júpiter estaba casi exactamente al norte de esta estrella y sólo ligeramente detrás de él – con tal de que la eclíptica se utilizó como el eje de coordenada, lo que parece haber sido la práctica usual en la mayoría de los casos.  De todas formas, éste es un pequeño problema ya que el registro no es muy específico, no se da la distancia de la estrella.  Por consiguiente, reclamar que la posición grabada en la tablilla está equivocada, ciertamente es irse demasiado a los extremos. 

 

Reverso, columna III´ línea 9´: 

 

     [Continúa el Año 19] " Mes VIII… el 9º, el nacimiento acrónico”.

 

Un acrónico se dice del astro que nace en el este al tiempo de ponerse el sol en el oeste.  Esto pasó con Júpiter el 9 del mes VIII del año 19, según nuestra la tabilla.  La fecha suministrada corresponde al 25/26 de noviembre de 503 a.C., en el calendario Juliano.  El SkyMap muestra que en el ocaso a  las 19:59 el 25 de noviembre, Júpiter justamente había empezado a subir en el este, a las 19:57.  La observación que está grabada, efectivamente, es confirmada por los cálculos modernos.

 

Reverso, columna III´ línea 11´ y 12´: 

 

     [Continúa el Año 19]  “Mes X,… el 12 o 13, quedó  estacionaria… la Carroza.”

 

El Mes X, en día 12 o 13 del año 19, corresponde al 25/26 o 26/27 de enero del año 502 a.C.  La observación es confirmada por el astroprograma.  Júpiter, que se había acercado a la parte norte de Tauro (= la Carroza) desde el este, había alcanzado su punto estacionario detrás de Tauro alrededor del 25-27 de enero del 502.  Después de unos días empezó a moverse despacio hacia el este de nuevo.

 

Reverso, columna III´ línea 13´ y 16´: 

 

      “(Año) 20. … Mes III, el 20, [….] la primera aparición [….] la estrella luminosa de Géminis (β Gem); era (Júpiter) brillante.”

 

La fecha —mes III, día 20 del año 20—  corresponde al 1/2 de julio del 502 a.C.  El programa de PLSV confirma que la primera visibilidad de Júpiter ocurrió en la mañana del 1 de julio antes de la salida del sol.  Por alguna razón —quizás el mal tiempo— el astrónomo babilónico no la observó hasta la mañana siguiente del 2 de julio.  Tal como fue discutido antes, una desviación de uno, dos, o unos cuantos días más son una diferencia totalmente aceptable entre los cómputos modernos y las observaciones antiguas.  En el momento de la observación Júpiter estaba aproximadamente 5.5° detrás (el sudeste, para ser más preciso) de la β Geminorum.  El hecho que Júpiter en esa fecha se remontó tanto como unos 54 minutos antes de la salida del sol probablemente explica por qué fue declarado que era “brillante” en su subida.   A más de que, esto también confirma que la observación era una real, ya que lo ‘brillante’ de un planeta no habría sido posible retrocalcularlo. 

 

Reverso, columna III´, línea 17´: 

 

      [Continúa el Año 20] “Mes V,… el 27, entró en Praesepe.”

 

La fecha (mes V, día 27, año 20) corresponde al 5/6 de septiembre del 502 a.C.  Praesepe es un conjunto abierto de estrellas entre γ Cáncer y  δ Cáncer, y el astroprograma muestra que la posición de Júpiter estaba casi exactamente entre estas dos estrellas en la mañana del 6 de septiembre antes de la salida del sol.

 

Las primeras dos líneas de la columna IV´ del lado reverso están dañadas.  Los Meses XI y XII se mencionan en la línea 1.   Hay una observación grabada en la línea 2´ —“El 25, última aparición en Aries. [….]”—  pero como el número del año le falta, no puede fecharse con certeza alguna, por lo tanto tiene que ser ignorado.

 

Reverso, columna IV´, línea 3´: 

 

     “(Año) 31. Mes III,… el 25, primera aparición en la Carroza [….]”

 

El año 31 de Darío I comenzó en la Primavera del 491 a.C. en la cronología tradicional.  El Mes II, día 25, corresponde al 4/5 de junio.  El programa PLSV muestra que la primera visibilidad de Júpiter ese año ocurrió en la mañana del 5 de junio antes de la salida del sol, y el programa SkyMap muestra que Júpiter en ese momento estaba al extremo oriental de la Carroza, la parte norte de Tauro. Ambas, la fecha de la primera aparición de Júpiter, y su posición, están en completo acuerdo con lo que está grabado en la tablilla.

 

Reverso, columna IV´, línea  5´ y 6´: 

 

      [Continúa el Año 31]  “Mes VI,… el 28, se quedó  estacionario en Géminis; se movió atrás al oeste.”

 

La fecha —mes VI, día 28— corresponde al 3/4 de octubre del 491 a.C.  Como es mostrado en el astroprograma, en la mañana del 4 de octubre Júpiter había quedado estacionario en Géminis.  Unos días después podía verse moviéndose hacia atrás de nuevo al oeste, tal como lo declara la tablilla.  Furuli no cree que los astrónomos babilónicos pudieran determinar el punto estacionario casi al día, ya que: “Júpiter se mueve despacio (sólo aproximadamente 30° cada año en relación con las estrellas)”. (Furuli, Pág. 32)  Él reclama que la traducción “se quedó estacionario en Géminis”  es “engañosa” porque “Júpiter ya había estado en Géminis por más de dos meses y todavía estaría allí dos meses después. (Furuli, Pág. 38, nota 16)   Es un serio error indicar que los astrónomos babilónicos creían que Júpiter “estaba estacionario” en Géminis durante varios meses.  Ellos observaban regularmente y muy de cerca su lento movimiento y podían determinar casi al día cuando se detenía y comenzara su movimiento retrógrado. La observación grabada en la tablilla es un ejemplo de esto. Furuli simplemente está bastante equivocado.

 

Reverso, columna IV´, línea  9´ -11´: 

  

      (Año) 32,… Mes III,… en el 10 o 11, última aparición  6 cubitos detrás de Géminis.”

 

La fecha corresponde al 7/8 u 8/9 de junio del 490 a.C.  El programa PLSV confirma que la última visibilidad de Júpiter ocurrió en el atardecer del 7 de junio después del ocaso lo que está de acuerdo con la tablilla.  Cierto, Júpiter estaba detrás (al este de) Géminis en ambos días sugeridos, pero es difícil entender cómo la distancia —6 cubitos (12°)—  fue medida.  Júpiter estaba más cercano a las estrellas más cercanas en Géminis (alrededor de 2 cubitos detrás de δ Geminorum, por ejemplo, y a menos de 4 cubitos detrás de λ Geminorum).  Pero siendo que ninguna estrella se menciona, sólo la constelación, la referencia no es específica.  Simplemente podría ser la distancia al centro de Géminis.

 

Reverso, columna IV´, línea  11´ y 12´: 

 

     [Continúa el Año 32]  “Mes IV,… el 9º, [primera aparición] 5° delante de [….]”

 

El Mes IV, día 9, corresponden al 6/7 de julio del  490 a.C., en el calendario Juliano.  La restauración “[primera aparición]” es cierta, ya que la última aparición de Júpiter había ocurrido en el mes anterior (vea arriba).   El programa PLSV muestra que la primera visibilidad de Júpiter en el 490 a.C. ocurrió en la mañana del 5 de julio antes de la salida del sol.   Sin embargo, según la tablilla, el planeta no se observó hasta dos días después, en la mañana del 7 de julio antes de la salida del sol, cuando podía observarse aproximadamente a 5°-6° delante de Cáncer.  Como fuese señalado antes, la diferencia de dos días no es ningún problema. El mal tiempo u otras circunstancias evidentemente previnieron la observación de la primera aparición por un par de días.

 

Observaciones de Júpiter y los cálculos modernos – tabla sumaria:

 

Fecha de Darío I

Tablilla LBAT 1393

Cálculos modernos  

En acuerdo 

Año 8, III, 04 = 28/29 de mayo del 514 a.C.

“Ultima aparición en Géminis”

Ultima aparición en Géminis en el 29 de mayo después del ocaso  

Año 8, IV, 03 =   26/27 de junio del 514

“primera aparición a 5° al frente de Cáncer.”

primera aparición en frente de Cáncer el 27 de junio antes de la salida del sol  

Sí, pero la distancia no es específica 

 

Año 8, VIII, 07 =  25/26, de octubre del 514

“quedó estacionario en [….].”

Júpiter quedó estacionario en Cáncer cerca del 25/26 de octubre  

Año 19, III, 06 =  29/30 de mayo del 503

“primera aparición detrás de la Carroza.”

primera aparición detrás de la Carroza el 31 de mayo antes de la salida del sol  

Año 19, VI2, 10 =  28/29, de septiembre del 503

“quedó estacionario detrás de γ Geminorum; el xth, se movió hacia atrás al oeste.”

Estacionario al norte y ligeramente detrás de γ Geminorum en el 29 de septiembre  antes de la salida del sol; entonces movió hacia el oeste

Sí, pero la posición “detrás” es cuestionable

 

Año 19, VIII, 09 = 25/26 de noviembre del 503

“el nacimiento acrónico”.

Júpiter empezó subir en el este al ocaso en el 25 de Nov.  

Año 19, X, 12-13 = 25/26-26/27, de enero del 502

“quedó  estacionaria… la Carroza.”

Júpiter alcanzó su punto estacionario detrás de la Carroza cerca del 25-27 de enero

Año 20, III, 20 =  1/2, de julio del 502

“la primera aparición [….] la estrella luminosa de Géminis (β Gem); era (Júpiter) brillante.”

La primera visibilidad de Júpiter ocurrió el 1 de julio antes de la salida del

sol (1 día más temprano)

Año 20, V, 27 =    5/6 de septiembre del 502

“entró en Praesepe.”

Júpiter estaba en Praesepe en el 6 de septiembre antes de la salida del sol  

Año 31, II, 25 =    4/5 de junio del 491

primera aparición en la Carroza [….]”

La primera visibilidad ocurrió el 5 de junio antes de la salida del sol en en la Carroza

Año 31, VI, 28 =   3/4 de octubre del 491

“se quedó  estacionario en Géminis; se movió atrás al oeste.”

Júpiter quedó estacionario en Géminis el 4 de octubre antes de la salida del sol; movió entonces hacia el oeste    

Año 32, III, 10-11 = 7/8-8/9 de junio del 490

“última aparición  6 cubitos detrás de Géminis.”

La última visibilidad ocurrió detrás Géminis el 7 de junio después del ocaso  

Sí, pero la distancia no es específica  

 

Año 32, IV, 09 =   6/7 de julio del 490

“[primera aparición] 5° delante de [….]”

La primera visibilidad ocurrió el 5 de julio antes de la salida del sol (2 días más temprano); el 5°-6° delante de Cáncer  

 

 

El examen de las observaciones grabadas en la LBAT 1393 (= BM 36823, transliterada y traducida como núm. 54 en el ADT V) muestra que 13 de las observaciones con el año de reinado preservado son legibles y suficientemente específicas para poder fechar. Con la ayuda de los astroprogramas modernos se ha demostrado que 10 de estas observaciones están totalmente correctas, entretanto algunas preguntas perduran con respecto a las distancias que no son específicas suministradas en dos observaciones y sobre la posición “detrás” que es cuestionable en otra observación.  Sin embargo, los demás detalles proporcionados en estas tres observaciones están totalmente correctos.  Se debe agregar que los resultados de este examen aquí arriba, también se han sido verificado y ha sido confirmado por otros eruditos.  La reclamación de Furuli, que “11 posiciones están equivocadas, 4 posiblemente están correctas, y 1 es correcta”, ha demostrado estar completamente infundada.  El problema es cómo Furuli puede haber llegado a una conclusión que es totalmente errónea.

 

El examen de Furuli de las otras tablillas en su “Contestación a Jonsson” demuestra ser tan igual de desastroso.  La mayoría de las observaciones y posiciones en las tablillas que yo utilicé y que él clasifica como “errónea” resulta que están correctas bajo en un examen bien minucioso.  Por consiguiente, el problema real no se trata de la calidad de las posiciones grabadas en las tablillas, sino de la calidad del propio examen por Furuli de estas posiciones.  El problema parece ser, ya sea que (1) Furuli es incapaz de poder manejar debidamente un astroprograma moderno, o que (2) su comprensión de la antigua astronomía babilónica es insuficiente, o, lo más probable, (3) se trata de ambos.